En los momentos más duros del primer confinamiento, mientras se comunicaban encerrados en sus casas, un grupo de empresarios de Ibiza se animó a invitar a miles de sanitarios de toda Europa a un viaje a la isla cuando la situación se normalizara. Nacía así Together for Healthcare Heroes, una iniciativa solidaria que ayer recibía a la primera premiada con tres días de vacaciones.
Cristina Sánchez se encontraba de baja por una cervicalgia cuando el Hospital Clínic de Barcelona, el mismo en el que trabaja, detectaba el primer caso de covid en Cataluña y el cuarto de España. Era el 25 de febrero de 2020 y aún quedaban más de dos semanas para la declaración del estado de alarma, pero poca gente dudaba ya de que la pandemia iba a azotar a todo el mundo. «Se veía a diario que en Italia había mucho follón y se veía venir. Al confirmarse el primer caso en el Clínic, me dije ‘esto ya ha empezado’».
«Le pedía el alta a mi médico, porque me encontraba bien y quería ayudar a mis compañeros del hospital, pero se negaba a dármela». Se da la circunstancia de que sus dolores cervicales estaban causados por la carga laboral. Aun así, ansiaba reincorporarse.
A finales de marzo, pudo regresar a su puesto como técnica en el Área Operativa del Laboratorio Core de Biología Molecular. «Había un ambiente superfrío, no podíamos cruzarnos con los compañeros de otros turnos, teníamos que desinfectar todas las superficies antes de empezar y no contábamos con suficientes equipos de protección». Normalmente, sus tareas se centraban en la extracción de ADN a partir de muestras de sangre, especialmente en casos de pacientes oncológicos o enfermedades genéticas.
Mientras, en Ibiza, un grupo de empresarios y propietarios de viviendas vacacionales empezaban a planificar alguna iniciativa para agradecer el esfuerzo del personal asistencial. «Estábamos encerrados en casa, sin saber realmente qué pasaba. Por muy positivo que seas, había momentos en que todo parecía semiapocalíptico», recuerda Esther Fernández-Ayala, de Houses in Ibiza.
De allí acabó cuajando Together for Healthcare Heroes (T4HH), un proyecto para rendir homenaje a los sanitarios de toda Europa. La recompensa que ofrecen son unas vacaciones de tres días para dos personas, a través de sorteos a los que ya se han inscrito más 32.000 candidatos, principalmente españoles, británicos, alemanes e italianos.
« Cuando mis compañeros me avisaron de que había ganado el sorteo, creía que bromeaban» « Me parece increíble esta solidaridad con los sanitarios»
La iniciativa cuenta con la adhesión de 20 grupos hoteleros y 100 viviendas vacacionales, con las que ya se cubre la estancia de un millar de beneficiarios, entre sanitarios y sus parejas. No obstante, la intención final es llegar «al máximo número posible, para demostrar por qué la isla tiene esta repercusión».
Por ello, animan a sumarse a este homenaje a los sanitarios y llevarán a cabo este verano una campaña de crowdfunding para superar los 10.000 beneficiarios. Aunque Eivissa es el destino principal, también se han sumado establecimientos de Suiza, Alemania o Dubai, por lo que los sanitarios pitiusos también pueden optar a disfrutar de estas escapadas.
El grueso de las vacaciones se reservan para la primera quincena de octubre, pero durante las próximas semanas irán llegando, de manera escalonada, los primeros afortunados de los diferentes países inscritos en la convocatoria. Cristina Sánchez ha sido la primera agraciada con tres días de vacaciones en el hotel OD Talamanca, que disfruta este fin de semana con su pareja, Francisco Mena.
Hasta el momento, se han inscrito 32.000 sanitarios en los sorteos para venir a Eivissa en la primera quincena de octubre
El Hospital Clínic informó por mail a todo su personal de esta iniciativa y lo sorteó en un acto telemático, en Navidad, cuando Sánchez estaba en su turno de comida. «Me avisaron los compañeros, pero creía que bromeaban».
«Me gustaría recordar que no se debe bajar la guardia aunque estemos vacunados, sobre todo los jóvenes». «A ver si acaba todo esto y los que estamos lejos de nuestras familias no tengamos límites para visitarlas», subraya. En la suya, también han sufrido los azotes del covid y su tío, que estaba en un grupo de riesgo, falleció este mes marzo. «No tenía ni 50 años», confiesa con la voz entrecortada.
