El Ayuntamiento de Sant Josep apuntó ayer que no concedió licencia para restaurar la fachada del edificio Don Pepe y que los trabajos que planeaban llevar a cabo los vecinos, antes del desalojo, necesitaban una autorización que no podían conceder los técnicos por encontrarse el edificio fuera de ordenación.
Este diario informaba ayer de que la comunidad de propietarios tenía previsto pintar y reparar el exterior del inmueble, tal y como tenían programado cada diez años desde una primera intervención a principios de los noventa, y que llegó a recibir un permiso para una nueva actuación entre marzo y abril de 2020.
Según precisó ayer la presidenta de la comunidad de propietarios, Silvia Hernández, los vecinos vieron denegado un proyecto para emprender estos trabajos, presentado en 2015, «por defecto de forma». El año pasado solicitaron de nuevo llevar a cabo esta restauración a través de una comunicación responsable, que «está en suspenso».
Desde el Ayuntamiento de Sant Josep señalaron que, por el tipo de obra prevista, que afectaba a la estructura, en junio del año pasado se notificó a la propiedad que no se podían iniciar a través de una comunicación previa. En esos momentos, ese documento solo amparaba a las obras menores. El Ayuntamiento también incide en que la denegación de estas licencias obedece a criterios técnicos y no a su voluntad política.
Los vecinos preveían llevar a cabo la restauración de la fachada el año pasado mediante una comunicación previa.
Respecto al expediente de declaración de ruina del bloque A de los apartamentos Don Pepe, el representante legal de los propietarios ha presentado un recurso contra su tramitación, después de que el decreto de alcaldía se publicara el sábado en el BOIB.
A la espera de los plazos para que la Justicia se pronuncie ante estas iniciativas legales, la presidenta de la comunidad de propietarios agradece que el Ayuntamiento haya suspendido temporalmente el desalojo. «Es la decisión adecuada y se agradece un poco de cordura», valora Hernández.
