El Consell de Ibiza ha aprobado inicialmente el proyecto ejecutivo para cubrir y cerrar el yacimiento arqueológico situado en el solar de Mercadona en la calle Quatre Cantons del barrio de s’Olivera en Puig d’en Valls. La propuesta elevada a Consell Executiu por la consejera de Cultura, Educación y Patrimonio, Sara Ramon, tiene un coste total de 305.649,45 euros (IVA incluido) y estará en exposición pública durante 20 días desde su publicación al BOIB.

En el año 2015 el Consell de Ibiza firmó un convenio de cesión temporal de un yacimiento arqueológico encontrado durante las obras de la construcción del supermercado Mercadona. Se trata de un espacio de subsuelo de 2.495,58 metros cuadrados donde se sitúa una necrópolis, restos de una casa de época romana, restos de una casa islámica, silos, pozos para recoger aceite y un conjunto de zanjas de cultivo, entre otros. La mayor parte de las zanjas fueron documentadas y el terreno ya forma parte del supermercado y el aparcamiento, pero quedaba por solucionar el destino del los restos más importantes.

Museizar el espacio

«Con esta aprobación se da un importante paso adelante al compromiso logrado en la legislatura del presidente Vicent Serra de museizar este espacio y conservar y gestionar estos hallazgos», señalaron ayer desde el Consell a través de un comunicado.

La consellera Sara Ramon destacó «la importancia que tiene este hecho para el mantenimiento de nuestro pasado. A lo largo de esta legislatura nos hemos propuesto dar un impulso a la recuperación de nuestra historia a través del Patrimonio de nuestra isla, y esta es una muestra que permitirá poner estos hallazgos a disposición de nuestros residentes y turistas», señaló.

La parte que se quiere museizar se encuentra en la zona del solar más próxima al molino de s’Olivera. La idea inicial que se presentó en 2015 es que los ciudadanos puedan pasear por el interior del yacimiento y observar de cerca los restos, al igual que sucede con el conjunto arqueológico conservado en la Vía Púnica. Así, la idea de la institución es unir este espacio con la parcela colindante, que es de propiedad municipal y donde se encuentra el molino de s’Olivera, «para que puedan contemplarse a la vez». Además, la entrada al yacimiento será independiente de la del supermercado.