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Economía | Las pitiusas se hipotecan

El 92% de las hipotecas de Ibiza ya tienen como fin aliviar los problemas de solvencia

Se duplica el número de hipotecas, pero la mayoría no son para adquirir viviendas

Manifestación de las patronales de Eivissa celebrada el 10 de marzo por la situación económica que atraviesan las empresas. J.A.RIERA

Enero de 2020: empiezan a aparecer noticias que apuntan a que un nuevo virus se expande peligrosamente por China, pero como es un país muy muy lejano, la economía europea, como la española, balear y pitiusa, sigue su rumbo con normalidad, quizás con algunos achaques, pero nada realmente preocupante. Se constituyen ese mes 2.118 hipotecas en Balers (170 se tramitan en Ibiza), de las que sólo 92, el 4,3%, son novaciones. Una novación es un cambio realizado sobre un préstamo hipotecario con posterioridad a la firma. Sus fines pueden ser desde cambiar el interés pactado (para poder rebajarlo), ampliar el plazo de amortización (y rebajar así la cuota mensual) o solicitar un aumento del crédito. Se llega a ese extremo cuando o se está con la soga al cuello o cuando se tiene claro que el futuro es halagüeño y se precisa un extra, como el ciclista que bebe un chute de cafeína para coronar como un campeón el Stelvio.

Los 25,5 millones son el importe más elevado de los últimos 11 años, desde el estallido de la burbuja inmobiliaria

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Enero de 2021: después de más de tres trimestres de pandemia, la economía está hecha unos zorros. Como consecuencia de las duras restricciones, cierran definitivamente decenas de negocios baleares y pitiusos. Algunos aguantan a duras penas. Los problemas de liquidez empiezan a ser de solvencia, por lo que los empresarios tienen dos alternativas para salir del aprieto: o bien echan mano de sus reservas (quien las tenga), o bien recurren a créditos o novaciones.

Los datos que acaba de publicar el Ibestat (a partir de la información suministrada por el Instituto Nacional de Estadística) reflejan esa penosa situación financiera que atraviesan muchas empresas y particulares de estas islas, que no tienen más remedio que volver a hipotecarse para intentar resistir hasta la llegada de mejores tiempos, hasta la reactivación de una economía que ya está catatónica: de las 835 hipotecas constituidas en Balears durante el primer mes de este año, el 92% (769) fueron novaciones. Hace un año supusieron el 4,3%, en 2019, el 14,3%; en 2018, el 6,8%, y en las épocas de bonanza previas a la crisis de 2008, esos cambios hipotecarios no pasaron de representar el 7,1% del total de hipotecas de 2007 y el 7,4% de las de 2006.

Como hace unos días señaló el vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears, José Antonio Roselló, «otra temporada en blanco sería un desastre, sobre todo por la deuda [empresarial], que pesa mucho y que ya debe estar asustando a la banca», a la que se está recurriendo como tabla de salvación y que en algún momento puede cerrar el grifo si no ve con claridad un cambio de tendencia de la economía.

Récord de la década

Si bien no hay datos concretos sobre las novaciones en las Pitiusas, es fácil imaginar que no son pocas. En enero se constituyeron 229 hipotecas sobre viviendas en Ibiza y Formentera, más del doble (110% más) que hace un año (y que hace dos y tres y cuatro). Pero ese mismo mes sólo se registraron 94 compraventas en estas islas, 51 menos que un año antes. ¿Qué pasó con las 135 hipotecas restantes? Es fácil de imaginar, sobre todo si se fija la vista en la cuantía: 25,5 millones de euros este año, sólo 6,2 millones más (+32%) que en 2020, a pesar de que en un ejercicio aumentó su número un 110%. Con las novaciones no se trata de obtener grandes cantidades, sino de conseguir la suficiente liquidez para los pagos y deudas más urgentes. De ahí que si no hay temporada o es muy floja, al temor de los bancos al que alude Roselló se sumará el pavor de los juzgados que deban tramitar, cuando ya sea posible, un aluvión de concursos de acreedores.

Aun así, esos 25,5 millones de euros son el importe más elevado de los últimos 11 años, desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. Y no vivimos en la actualidad un boom de la construcción ni están los bolsillos de la mayoría de los ciudadanos para semejantes gastos, como también refleja la catastrófica estadística de ventas de vehículos: no se constituyen nuevas hipotecas para adquirir un pisito, sino para sobrevivir a esta situación excepcional.

Además de las hipotecas sobre viviendas, hubo otras sobre locales y naves (incluso garajes) pitiusos cuyo importe ascendió a 36,6 millones de euros (11 más que en el caso de las viviendas), 5,5 millones más que en enero de 2020.

769 novaciones constituidas en Balears

Del total de 835 hipotecas constituidas en la Comunitat Autònoma balear en el mes de enero, 769 fueron novaciones, es decir, su fin no era adquirir viviendas sino variar las condiciones iniciales de los créditos (modificar el interés pactado, ampliar el plazo de amortización o solicitar un aumento).

110% aumentan las hipotecas sobre viviendas en las Pitiusas

En enero se constituyeron 229 hipotecas sobre viviendas en Ibiza y Formentera, un 110% más que hace un año en esa mismo periodo. Pero ese mismo mes sólo se registraron 94 compraventas en estas islas, 51 menos que un año antes.

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