Conseguir una cita previa en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), organismo autónomo adscrito al Ministerio de Trabajo y Economía Social, se ha convertido en una misión casi tan difícil como acertar los seis números de la lotería Primitiva. Lograr que atiendan es un escalón mayor: primitiva y complementario y si encima no se equivocan, quien lo haya conseguido es como si hubiera ganado el bote de varias semanas.

Tras incontables veces frente al ordenador durante 25 días y alguna que otra visita a la puerta del SEPE, María Teresa de la Fuente consiguió que un vigilante le dijera que los lunes a primera hora solían abrir las citas por internet. Así que con esta valiosa información, el lunes 18 enero a las 7.20 de la mañana se sentó frente a su computadora esperando a que llegaran las 8 para apretar la tecla que le acercara al SEPE de Ibiza. Tras más de más de dos horas y 65 intentos, según pudo ver en la pantalla, consiguió la ansiada cita para el 27 de enero a las 11 horas.

Tras unos meses en ERTE, la empresa de comunicación en la que trabajaba quebró en septiembre, así que ahora no le queda más remedio que acogerse al desempleo mientras encuentra un nuevo trabajo. A María Teresa de la Fuente le urge hablar con el SEPE para solucionar un error, ya que a pesar de haber gestionado su alta en el desempleo y haber sido informada de que cobraría la prestación correspondiente en diciembre, no solo no ha cobrado nada, si no que no figuran los trámites que ha realizado.

«Tengo el documento con el sello del 14 de noviembre y me dicen que no existe», expresa indignada. Se queja de que solo se puede acceder a las oficinas del SEPE con cita previa, «no se puede ir allí y preguntar sobre la solución de casos como el mío». En su opinión, «es una vergüenza que no haya una persona en la puerta que informe a los ciudadanos. No todo el mundo tiene internet ni los conocimientos para realizar trámites a través de un ordenador o un teléfono móvil», añade.

Hasta el Defensor del Pueblo

Hasta el Defensor del Pueblo

Las horas frente al ordenador y al teléfono unidas a la impotencia por resolver su caso, le llevaron a quejarse a todas las instancias que vio a su alcance, aún a sabiendas que no eran de los cauces adecuados. «He escrito al Defensor del Pueblo», relata. «Mi trabajo diario durante este tiempo ha sido conseguir una cita con el SEPE», afirma. No es la única, hay cientos de casos similares al suyo.

En la puerta de la oficina del SEPE, Ana explica que consiguió su cita el viernes 8 de enero para ayer, 19 de enero, tras unas dos horas frente a su ordenador, solo ese día. Entre el tráfico y la dificultad para aparcar, Ana llegó 25 minutos tarde. Una vez en la puerta del SEPE corroboraron que estaba apuntada en el listado del día, pero su sorpresa fue que al entrar le dijeron que como había llegado tarde no la podían atender. «Hay dos personas trabajando, no hay nadie esperando ni por supuesto cola, y cuando llego me dicen que me no me atienden porque a los 15 minutos anularon la cita», relata indignada. Sin embargo, recuerda que en otra ocasión estuvo esperando más de una hora porque había gente y «no tuvieron ningún problema en recibirme», dice Ana.

Desde el departamento de prensa de la Delegación del Gobierno en Balears muestran su extrañeza ante este caso y están dispuestos a comprobarlo, «ya que si alguien llega tarde se le atiende cuando hay un hueco libre en la misma mañana», aseguran.

Es la tercera vez que Ana tiene que ir al SEPE y sigue sin solucionar su caso, que además, dice, es un error administrativo. Ana, que trabaja en un centro de ocio, solicitó la ayuda de fijo discontinuo que le correspondía hasta el 31 de enero y en lugar de concedérsela le han ingresado el subsidio por desempleo. Ahora teme que cuando tenga que hacer uso de este derecho ya esté agotado. A ello se suma otro error que le llevó a estar varios meses sin cobrar el ERTE que le correspondía.

Cuatro meses de intentos

Cuatro meses de intentos

Marta, nombre figurado de una joven, esperaba ayer en la puerta del SEPE a que llegara la ansiada hora para ser atendida y resolver así un trámite sobre un ERTE. Atrás quedan cuatro meses de intentos a través de internet.

Otro caso es el de Encarna, que ayer se acercó a las puertas del SEPE para intentar que le dieran una cita tras dos semana infructuosas al teléfono y por internet, algo que tampoco consiguió, ya que sin la preciada cita, el acceso está vedado.

El departamento de prensa de la Delegación del Gobierno recuerda que existen documentos a disposición de los ciudadanos que se pueden cumplimentar para realizar algunos trámites y que se pueden entregar en la oficina del SEPE, aunque matizan que estos documentos no se rellenan en la oficina porque no se puede acceder si no se tiene cita. Aun así, aseguran que estos documentos les llegan todos los días.

Respecto a las dificultades para conseguir una cita, el servicio de prensa de la Delegación del Gobierno en Balears apunta que todas las semanas se abre la agenda de citas, pero que no pueden decir el día del acceso para que no se colapse el sistema. También asegura que desde que comenzó el estado de alarma se han sumado 90 trabajadores de refuerzo a los 227 funcionarios del SEPE en Balears y que el trabajo se incrementó en abril en un 1.300% y en octubre en un 840%.

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