A comienzos de la pandemia, lo lógico era presagiar que 2020 sería un año pésimo para la pesca en la isla de Ibiza, pero el balance del año indica que no ha sido tan malo como se esperaba. En total, las cofradías de Ibiza y Sant Antoni capturaron 237,9 toneladas, unos 700 kilos más (+0,3%) que el año pasado por estas fechas (237,2 toneladas), y facturaron 2,18 millones de euros, un 6% por debajo (140.167 euros menos) de la temporada anterior.

Eso sí, los resultados difieren bastante según la cofradía. La de Ibiza finaliza el ejercicio casi lanzando cohetes: ha pesado hasta ahora 169,9 toneladas, 12,2 toneladas más que hace un año (+7,7%), por un valor de 1,48 millones de euros, un 5,5% más que en el ejercicio previo.

Sin embargo, las cuentas se tiñen de rojo en el caso de la de Sant Antoni, donde las capturas menguaron significativamente por segundo año consecutivo: pesaron 68 toneladas, 11,5 toneladas menos (-14,4%) que en 2019, cuando el balance ya fue notablemente inferior, dado que entonces extrajeron del mar 34 toneladas menos que en 2018. La facturación hasta noviembre ha sido, en ese sentido, muy baja, de 704.500 euros, 218.500 menos en un año (-23,6%).

En lo que flojeó la cofradía de Ibiza, que contó este año con una flota de 28 barcos activos (dos más que en 2019) y una media de 45 socios (uno menos), fue en la pesca de la langosta, pues se redujo en más de un tercio (-35,1%), según los datos facilitados por Xico Cardona, secretario del gremio ibicenco. Capturaron 1.475 kilos de ese crustáceo, casi 800 kilos menos. Ese porcentaje negativo es similar al de la media balear, donde se recortó hasta el -39%. «Ha sido la pesquera -detalla Cardona- que más ha sufrido el covid. En junio íbamos un 70% por debajo. Con la reactivación del turismo, subimos algo y acabamos en un 35% por debajo de 2019».

En Sant Antoni, el balance final tampoco es satisfactorio, aunque al acabar el confinamiento hubo un aluvión de peticiones desde la restauración «para llenar sus viveros», vacíos en abril, mayo y junio. En este caso, y según los cálculos de Joan Castelló, secretario de la cofradía de Portmany, sólo se pescaron 1.150 kilos de langosta, 950 kilos menos que en 2019 (-45,2%).

El año del atún

Ha sido, eso sí, el año del atún. Un solo barco de Vila pescó 5.586 kilos esta temporada, cinco veces más (+432%) que en 2019, cuando en esa cofradía sólo se pesaron 1.050 kilos. La cuota balear de ese pez, de unas 60 toneladas, fue «liquidada» hace dos semanas, según Cardona, que insiste en que sólo una embarcación ibicenca se hizo con el 10% de las capturas de esta Comunitat. El problema de este tipo de pesca es que requiere mucha burocracia, avisar a las autoridades y dedicarse sólo a ese tipo de pescado cuando se sale al mar.

Respecto a la gamba roja, desde la cofradía de Ibiza están contentos: «A pesar de las quejas de la poca que hay estos últimos meses, en el global del año solo ha bajado un 2%. Pero no son nuestros barcos los que la pescan, sino los alicantinos, que desembarcan aquí algunas capturas para abastecer algo el mercado local». En Sant Antoni, sin embargo, los números salen rojo chillón: sólo contabilizaron 3.400 kilos de ese marisco, un 51,4% menos en términos interanuales (-3.600 kilos).

Cofradías en peligro

La subida de la facturación en Ibiza ha permitido equilibrar las cuentas de esta cofradía respecto al descenso (del -4,4%) producido en 2019. Aun así, sigue en peligro la viabilidad de sus servicios y estructuras, como ya avisó Cardona hace un año e insiste este: «Aunque ha mejorado algo la facturación, continúa habiendo el mismo problema. Y las perspectivas a medio plazo es que haya menos barcos de arrastre, los que más facturan, pues de las tres embarcaciones ibicencas de este tipo, dos armadores están casi en edad de jubilación. No creo que aguanten mucho ni parece haber relevo generacional para quedarse esos barcos y seguir faenando en la isla». La desaparición de los arrastreros llevaría a la liquidación de las cofradías, avisa Cardona.

En Sant Antoni trabajaron este año una media de 25 pescadores (uno más que en 2019) y 18 embarcaciones (+4), además de una de arrastre (igual número).