«Yo no puedo ir al supermercado y decir que ya les pagaré la compra cuando cobre, así que por primera vez voy a tener que recurrir a las ayudas sociales. Estamos en una situación desesperada», asegura Marta, camarera de pisos en un hotel de la cadena Palladium que no ha cobrado ni las prestaciones por el ERTE ni las ayudas extraordinarias a los fijos discontinuos desde que comenzó la pandemia. En su misma situación se encuentran las decenas de trabajadores del grupo hotelero ibicenco que ayer presentaron en el SEPE de Ibiza dos reclamaciones colectivas. Una situación que afecta a centenares de trabajadores pitiusos de empresas de todo tipo, grandes y pequeñas, por el colapso en los pagos del servicio estatal de empleo.

«Que quede claro que no vamos contra la empresa -matizan Marta y varias de sus compañeras minutos antes de entrar en el SEPE a presentar las reclamaciones-. Palladium ha entregado toda la documentación en tiempo y forma, solo queremos hacernos oír y que nos den una solución, porque ya no sabemos qué hacer». Estas empleadas calculan que hay «entre 300 y 400 trabajadores afectados» solo en la cadena hotelera. Ayer presentaron dos reclamaciones, una firmada por 25 camareras de piso y otra por trabajadores de otros sectores de la empresa. Ellas ya habían acudido al SEPE a protestar el pasado 3 de noviembre: «Entonces nos dijeron que no podíamos hacer una reclamación colectiva, que teníamos que hacerlo de forma individual, pero que la situación se solucionaría en dos semanas». Ayer, hartas de esperar, fueron de nuevo y esta vez sí se la aceptaron.

Las circunstancias son muy distintas según los trabajadores. Algunos salieron del ERTE en agosto o en septiembre y al menos han podido ingresar una o dos nóminas, porque el 30 de septiembre se dio por finalizada la temporada. Otros ni eso. Es el caso de Mariana. La empresa no la llamó por el desplome de la ocupación de los hoteles durante esta temporada y no ha ingresado ni sueldos ni prestaciones ni la ayuda a los fijos discontinuos desde que comenzó la pandemia. Nada. «Llevo meses sin ingresos y hay que seguir viviendo. Todos tenemos problemas y hay que seguir alimentando a la familia», explica.

Otras ayudas

A la mayoría de los que han presentado las reclamaciones el Estado les debe más de 2.000 euros: «Hay compañeros que no tienen ni para pagar la luz, el alquiler o la comida, lo más básico, y ya están acudiendo a la asistencia social», cuentan, y se quejan de que tampoco pueden solicitar otras ayudas, como las del Consell de Ibiza, porque están pendientes de recibir las del Estado. «No pedimos nada extraordinario. Solo que el SEPE actualice sus datos y que nos paguen lo que nos corresponde. Ni más ni menos», concluyen.