Carlos Duarte, uno de los oceanógrafos españoles más importantes en la actualidad, participa hoy en el Foro Marino de Ibiza y Formentera para analizar el estado del mar pitiuso y las posibles soluciones a los problemas que tiene planteados. Duarte respondió ayer a las preguntas de Diario de Ibiza desde Arabia Saudí, en cuya Universidad de Ciencia y Tecnología es catedrático de Ecología.

Usted defiende que es posible solucionar los problemas que tiene el mar...

A través de una estrategia concreta que hemos publicado este año para recuperar la abundancia de vida marina en el océano, hemos llegado a la conclusión de que en una generación humana podríamos recuperar en gran medida la abundancia de vida y hábitats marinos que hemos perdido a escala global. En el caso concreto de las Pitiusas tengo previsto hablar [hoy en el Foro Marino, en el Centro Cultural de Jesús, por videoconferencia] de qué progresos se han hecho y qué asuntos están aún pendientes de resolver, así como de los beneficios que se pueden derivar de esa mejora del medio marino.

¿Qué estrategias concretas serían necesarias en las Pitiusas?

Hay una vertiente de protección de espacios. A nivel global se está avanzando hacia el objetivo de proteger el 30% de las aguas del océano para el año 2030. España ha anunciado recientemente que se compromete a cumplir este objetivo, por lo que en aguas pitiusas ha de haber también un esfuerzo importante de protección. Aunque aquí existen una serie de reservas y el área de posidonia declarada Patrimonio de la Humanidad, se trata de asegurar que esa protección es efectiva y eliminar una serie de impactos que siguen produciéndose, como una mejor regulación de la pesca, los fondeos o las emisiones de aguas residuales, que impactan sobre la posidonia. Una parte de la estrategia es fijar un porcentaje ambicioso de aguas protegidas de forma eficaz en las Pitiusas. Luego se trata también de proteger especies, pues hay una pérdida dramática de la nacra, por ejemplo, a causa de un patógeno. Y luego también hay tiburones, peces y mamíferos marinos en peligro. Hace tiempo que en las Pitiusas se perdió la foca monje y se podría considerar la posibilidad de reintroducirla dentro de un programa mediterráneo...

¿Es viable reintroducir la foca monje en Ibiza y Formentera?

Si hay suficientes zonas protegidas y se regula la pesca, yo creo que sí. Desde luego eso requeriría subir el nivel de ambición, pero es que si no somos ambiciosos, al final siempre vamos perdiendo. Conservar o perder poco no es un objetivo ambicioso, dado lo mucho que hemos perdido ya.

En general ¿quién ha de llevar a cabo estos retos? Porque esos objetivos son ya conocidos, pero ¿quién ha de materializarlos?

Ha de participar toda la sociedad. No ha de ser solo un esfuerzo a través de fondos y administraciones públicas. Ha de contribuir también el sector privado, porque tiene mucho que ganar si conserva el medio marino en las Pitiusas, que es la base de la economía de las islas. Y es necesario tener en cuenta el cambio climático, porque protegiendo la posidonia contribuimos a prevenir el cambio climático. Pero sigue habiendo vertidos de aguas que no están debidamente tratadas. La Unesco ya ha advertido varias veces al Consorcio que gestiona el Patrimonio de la Humanidad de que esos problemas hay que resolverlos de una vez, y que los estímulos que están ahora disponibles para el reinicio verde de la economía deberían usarse para ello. Y hay que cuantificar los objetivos y generar un plan con plazos concretos y que se vayan auditando. Ahora hay muchos brindis al sol. Uno puede decir que está comprometido con esto o con aquello, pero si no fija metas, entonces nunca ocurre nada.

¿Qué daña más a la posidonia, los fondeos de los yates o los vertidos fecales? Hay un cierto debate sobre esto...

Bueno, las dos cosas son malas. No se trata de hacer un ranking, sino de abordar todo lo que impacta sobre la posidonia, y básicamente hay cuatro cosas que la afectan: el calentamiento del clima (que requiere una actuación global), los vertidos y la contaminación del agua, los fondeos y anclajes y las actuaciones en la costa, como las ampliaciones de puertos deportivos, que han causado problemas importantes. Se han de abordar todos estos problemas, no solo uno.

Defiende usted que cada vez hay más conciencia social para preservar el mar, pero ¿las instituciones están haciendo todo lo necesario?

Queda mucho por hacer. No se han destinado los recursos necesarios que requiere la declaración de la posidonia como Patrimonio de la Humanidad. Incluso la estructura de recursos humanos que hay para realizar esa labor es muy limitada. Se actúa con muy buena voluntad, pero sólo con buena voluntad no se consiguen resultados.