Ansiedad, fobia, estrés, aislamiento social, depresión... Son algunos de los problemas que padecen las personas que están tocando últimamente a las puertas de la Asociación Pitiusa de Familiares de Enfermos Mentales (Apfem). «Consecuencia de la pandemia y, sobre todo, del confinamiento», comenta Antonella Greco, gerente de la asociación, que recalca, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora mañana, que ésta debe ser «una prioridad». 'Salud mental y bienestar, una prioridad global', es el lema escogido para esta efeméride en «este tan inusual 10 de octubre».

El número de personas que acuden a ellos en los últimos meses es tal que a pesar de que Apfem enfoca sus servicios a casos más severos en los que se combina la enfermedad mental con la discapacidad, se están planteando «hacer algo» para ayudarles. «Si no cuentan con los apoyos correctos pueden agravarse o, incluso, cronificarse», apunta la gerente de Apfem. Estos casos les están llegando desde servicios sociales y también desde la sanidad pública, donde no pueden atenderlos, explica, porque tienen casos mucho más graves. «En estos momentos mucha gente tampoco puede permitirse una terapia psicológica privada», comenta Greco, que destaca la necesidad de buscar una salida a estos casos para evitar problemas mayores. De hecho, la asociación se está planteando, aunque no entraría dentro de sus funciones, crear grupos de terapia para ayudar a estas personas que están recurriendo a ellos.

«El problema es que no estábamos educados para la gestión emocional de lo que nos ha ocurrido, que ha sido una montaña rusa», comenta la gerente de Apfem, quien, sin embargo, destaca cómo buena parte de los usuarios a los que atienden lo han llevado relativamente bien. «El confinamiento y el estado de alarma cortaron la socialización y supusieron un aislamiento social. Y eso, precisamente, es contra lo que muchos de nuestros usuarios llevan luchando desde los 16 años», indica. Así, durante esos meses todos ellos pudieron usar y poner en marcha «herramientas que ya habían trabajado mucho». Además, aunque fuera de forma telemática se trató de mantener las terapias en todo momento, señala. «Llevaron de forma ejemplar el confinamiento», comenta, orgullosa, la gerente de la asociación quien, sin embargo, reconoce que seguramente la situación hubiera empeorado si el encierro se hubiera alargado.

Precisamente de esos meses de encierro son algunas de las imágenes que Apfem incluye en el vídeo que ha difundido con motivo del Día Mundial de la Salud Mental para dar a conocer los servicios que presta (ocupacional, de acompañamiento, vivienda supervisada de alta intensidad y apoyo a la vivienda) y mostrar el día a día de algunos de sus usuarios. «Recibo varios apoyos, psicológicos, de búsqueda de empleo y formación», explica Esteban, a quien se ve con Raquel, técnico de la asociación, recorriendo las calles de Vila.

Otra de las protagonistas del vídeo es Sandra, a la que se ve compartiendo algunos momentos domésticos en la vivienda tutelada, que comparte con otros usuarios de Apfem: cocinando una paella con Sebastiano, sirviendo la comida con Thomas o estudiando en un gran escritorio con Adrián. Sebastián muestra orgulloso el aprobado del teórico de conducir, una tarea que en estos momentos afronta con muchas ganas Raúl, otro de los residentes. Todos ellos posan, sonrientes, divertidos y disfrazados de hawaianos, durante una de las fiestas que organizaron para aligerar el confinamiento.

«Ellos mismos creaban sus eventos», explica Greco sobre la imagen del vídeo, en el que se ve a varios de ellos trabajando en la empresa Apfem-Aktua, en la que 20 de los 50 empleados de la plantilla tienen alguna discapacidad. Cargando la furgoneta de reparto del catering, cocinando, conduciendo... «¡Feliz día de la salud mental!», despide uno de los usuarios en el vídeo, con el que la asociación felicita a sus chicos y chicas «por valientes» y a sus profesionales «por hacerlo posible».

La historia de Toñi, que tiene el sueño de poder trabajar

La historia de Toñi, que tiene el sueño de poder trabajar«Sabemos que tenemos un trabajo a largo plazo en el que uno de los objetivos es que las personas crean y sean los protagonistas de su proyecto personal. El otro dÍa nos contaban que una manifestaba un 'Toñi, quiero trabajar'. No sabemos si será inmediato o en un tiempo, si se mantendrá en ello o no, de lo que estamos seguros es de que esa persona está pensando en que quiere y merece una oportunidad. No es fácil si has crecido pensando que no lo lograrás».

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