Desde que el obispado de Ibiza tomara la medida de suprimir todos los actos de culto, incluida la misa, a partir del pasado 16 de marzo, la inmensa mayoría de las iglesias de las Pitiüses permanecen cerradas. Lo confirmó ayer el administrador diocesano de Ibiza y Formentera, Vicente Ribas Prats, en respuesta a la pregunta de si en las Pitiüses se adoptaría la misma medida que en Mallorca, donde el obispado decretó el pasado sábado el cierre de todas las iglesias, capillas y lugares de culto de la isla para evitar contactos innecesarios y frenar los contagios por coronavirus.

«En Ibiza prácticamente casi todas las iglesias están cerradas así que, de momento , no creo que sea necesario tomar esta medida», señaló Ribas, antes de explicar que sí permanecen abiertas las parroquias de Santa Cruz y de Sant Elm, en la Marina, con horarios limitados. En el caso de la de Santa Cruz, según informaron desde el obispado, está abierta de las 10 a las 20 horas aunque las actividades pastorales como la catequesis se realizan a través de internet.

«Apenas nos visita nadie»

La iglesia de Sant Elm, conocida también como San Salvador de la Marina, abre «algunos días a la semana como el domingo, de 11 a 13 horas, por si algún fiel quisiera rezar». Lo explicó su párroco, Alejandro Vicente Grecco, antes de comentar que desde que se decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo «apenas visita nadie» este lugar de culto.

«Tenemos que colaborar para conseguir frenar la expansión del coronavirus tomando las medidas necesarias para evitar contagios», insistió el administrador diocesano de Ibiza y Formentera. Vicente Ribas detalló que desde el obispado se está enviando material a través de las redes sociales para que las familias oren en casa y que los voluntarios de Cáritas hacen un seguimiento telefónico a personas mayores que viven solas para que se sientan acompañadas.

El pasado viernes el obispado pitiuso, de acuerdo con todas las cofradías y hermandades, canceló todos los actos procesionales de la Semana Santa de este año, que estaba previsto llevar a cabo entre el 5 y el 12 de abril. Con esta medida se sumó a otras provincias y comunidades como Sevilla o Castilla y León, que han decidido cancelar estas celebraciones religiosas ante la crisis provocada por la expansión del Covid-19.