El Pou des Lleó, un pozo de agua dulce excavado en la roca natural de la costa que está documentado por escrito al menos desde 1555, se vino abajo el lunes como consecuencia del fuerte oleaje que estos días azota las Pitiusas y, también, debido a la erosión que afectaba a su base, ya muy desgastada, lo cual ha favorecido el fatal desenlace.

El pozo, pese a constituir una de las señas de identidad más características de la costa de Santa Eulària, no estaba declarado ni como Bien de Interés Cultural (BIC) ni como Bien Catalogado (BC) por el Consell. Ello ha dificultado la ejecución de un proyecto de restauración que está tramitándose desde el año 2017 ante la dirección general de Costas, después de la petición efectuada por vecinos de la zona.

Ayer, el Ayuntamiento confirmó que ese mismo año pidió a la Demarcación de Costas en Balears que ejecutara las medidas necesarias para proteger el pozo y su entorno para evitar su progresiva erosión. Este organismo, dependiente del entonces Ministerio de Medio Ambiente, «denegó la petición de que se hiciera cargo de los trabajos, puesto que no constaba su declaración como Bien de Interés Cultural», señala la nota municipal. Costas, posteriormente, reclamó al Ayuntamiento que presentara un proyecto de protección y entonces daría la autorización necesaria. El derrumbe se ha producido mientras el Consistorio estaba realizando «contactos con varios especialistas para tener información sobre qué procedimientos o trabajos se deberían seguir para proteger la zona».

La intención inicial era, según explicaron los técnicos municipales, consolidar la base y crear una pequeña escollera que amortiguara el oleaje. Ahora, en vista de lo sucedido, el Ayuntamiento quiere orientar el proyecto hacia la reconstrucción de este bien patrimonial. Sin embargo, antes deberá examinarse el estado en que ha quedado el interior del pozo y los restos de su exterior, afirmaron estos técnicos.

De hecho, la casi ausencia de base en el acantilado que sustentaba el pozo ha sido la causa del derrumbe.

El equipo de gobierno municipal sostiene que el titular del pozo y, por tanto, responsable de su consolidación y protección es la Demarcación de Costas por estar ubicado literalmente al borde del mar, en dominio público marítimo terrestre.

En su interior hay varios escalones, con un túnel con bóveda de cañón que desciende hasta el nacimiento del agua. Todo ello está excavado en la roca natural. Originalmente, las paredes interiores estaban encaladas y hasta hace unas décadas había una pica de piedra al lado de la entrada que los payeses usaban para que el ganado abrevara en ella. Sin embargo, la progresiva erosión terminó haciendo imposible su acceso desde tierra hasta el pozo. Hace unos treinta años ya se desprendió el umbral de la puerta de acceso, que quedó sumergida bajo el agua. Este es el pozo que dio nombre a esta zona.