«Nacemos sin saber amar. ¿Y si aprendemos a hacerlo bien?». Éste es el mensaje de la última campaña contra la violencia de género del Govern que, casi un mes después de su lanzamiento, suma miles de likes. Dirigida a los adolescentes y protagonizada por ellos, esta campaña de estética TikTok invita a reflexionar sobre los comportamientos machistas que se dan en sus relaciones de pareja.

«Tus amigas no me gustan nada. ¿Y dónde vas así vestida?», dice un chico a una chica, que le hace callar y le espeta «adiós» en inglés. «Ya sabes lo que dicen, princesa, quién bien te quiere, te hará llorar», afirma otro adolescente al que contestan: «Pero qué dices, tío». «Que te quede claro, tratarme como si fuera tuya es maltratarme», sostiene una voz mientras en la imagen otra joven se suelta de los brazos de su pareja y empieza a respirar.

Una de las protagonistas de esta campaña es Deli Rojas Himelstein, una adolescente de 14 años de Santa Eulària, quien se presentó al casting sin saber cuál era el tema a tratar -le hablaron de la convocatoria en el grupo de teatro Attípico, al que pertenece- y que cuando la seleccionaron y le informaron de que versaba sobre violencia de género, no dudó en participar.

«No todos estamos muy bien informados. Hay personas que piensan que violencia machista es sólo pegar a una mujer, pero no. Existen también los micromachismos, que es decirle a una chica comentarios que no le gustan. También es violencia obligarla a hacer cosas sin que quiera o acosarla», resalta Rojas Himelstein, que cree que está «muy bien» que estos mensajes lleguen a la gente de su edad.

Y precisamente ésta es una buena manera de hacerlo: «Con vídeos cortos, en sus formatos, hecho por ellos», opina Belén Alvite, responsable del Centro de Estudio y Prevención de Conductas Adictivas (Cepca), quien señala que trata temas como el control o los exnovios, en los que es necesario incidir, y resalta que cierra «con optimismo» y un mensaje «que lo resume todo muy bien».

'Playback', baile y distinta ropa

La música y el baile son parte importante de la campaña y rapeando [en playback] y bailando aparece Rojas Himelstein en ella.

Al casting debían enviar un vídeo presentándose, bailando con algún amigo o amiga, haciendo comedia o cambiándose de ropa con música de fondo, explica. «Yo escogí una canción y me puse a hacer transiciones con el móvil cambiándome de ropa rápido», cuenta y detalla que se inventó su propio baile y que todo lo hizo en su habitación.

Seleccionada y dispuesta a participar, le pidieron que hiciera lo mismo que en la prueba pero con la canción que desde la productora le facilitaron y que decía: «Obligarla a tener sexo cuando ella no tiene ganas, compartir las fotos íntimas con que la amenazabas, controlarla, aislarla, maltratarla, decirle piiii. Eso no es amar, eso es violencia».

Y así lo hizo. Grabó el rap una y otra vez, con todo el baile y con una ropa distinta en cada ocasión, para que después desde la productora lo pudieran montar. «Grababa tres o cuatro vídeos al día y así estuve dos o tres días», recuerda y agrega que aunque la campaña es de estética TikTok, no tuvieron que utilizar la aplicación sino hacerlo con la cámara del vídeo normal.

«Me sugirieron un paso [de baile] que quedaría bien. Y me explicaron que todo lo que yo quería que apareciese, de stickers, emoticonos y así, se lo dijera, porque al fin y al cabo el vídeo era para gente como yo, de mi edad, y lo que querían era saber cómo atraer su atención y saber lo que les gusta», cuenta. Idea suya fue, en este sentido, el momento en que sube los brazos y aparece escrito «violencia», coincidiendo con el final de la canción.

Una vez acabados sus vídeos, los envió a la productora. La joven resalta que se sorprendió cuando vio todo el montaje, pues pensaba que cada participante tendría una parte de la misma canción, que sería algo homogéneo, y en cambio encontró «un popurrí de vídeos, en los que había distintas partes, algo de comedia, gente bailando, hablando». «Llama la atención, y al ser todo con niños y niñas, más».

El resultado le «gustó mucho». Y no sólo a ella, pues son muchas las felicitaciones que ha recibido de profesores, de compañeros, de su grupo de teatro.

Ella reconoce que esta campaña la ha hecho reflexionar. «En mi parte se habla de enviar fotos cuando ella no quiere, de acosarla», resalta y agrega que «hay gente que no se da cuenta de que la maltratan o sí lo hace, pero cree que es algo normal». Confía en que el vídeo sirva para luchar contra la violencia en las parejas adolescentes y pone en valor que iniciativas como éstas pueden llegar más a la gente de su edad que las charlas que les imparten en el instituto y que, no es que sean «un rollo», pero en las que hay gente que desconecta porque cree saber lo que le van a explicar.

«Y recuerda, querida, el amor no tiene que hacerte sufrir, tiene que hacerte reír», sostiene la última joven que, con halo de hada madrina de cuento, cierra la campaña.