Aunque no constituyó precisamente una sorpresa, el hundimiento del turoperador anglogermano Thomas Cook, materializado ayer por la mañana, provocó un gran estrépito en el sector turístico ibicenco, donde este mayorista sigue siendo el tercero en importancia de cuantos operan en la isla. Un total de 42 establecimientos hoteleros trabajan con Thomas Cook de un modo u otro, desde negocios que tienen todas sus habitaciones contratadas con él, hasta otros que solo les alquilan una parte de sus plazas.

En todo caso, los hoteleros vivieron ayer un día de pesadilla, pues dan prácticamente por perdido el dinero que debían cobrar por parte de este cliente por los meses centrales de esta temporada. Las facturas pendientes de pago deberán dirigirse al tribunal de quiebra, con un incierto desenlace, en tanto que las tarifas de los clientes alojados en el momento de la quiebra «sí están amparados por un seguro» y tienen garantizado su cobro rápido, explicó el gerente de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), Manuel Sendino, ayer por la mañana. «Es un palo muy serio. Intuyo que no se recuperará el dinero», manifestó.

Tres meses sin cobrar

Según otros hoteleros consultados por este diario, hasta ahora los establecimientos contratados solo han cobrado los meses de mayo y junio, pero quedan por ingresar las cuantías de julio, agosto y lo que va de septiembre. El turoperador suele pagar dos meses después de la salida de sus contingentes turísticos.

Los 42 hoteles que esta temporada trabajan con Thomas Cook en la isla de Ibiza (pues en Formentera no opera) tenían contratados a un total de 61.000 clientes entre los meses de mayo a diciembre, según la cifra facilitada por el presidente del Consell de Eivissa en una breve comparecencia ante los periodistas. El número de plazas hoteleras se aproximaría a las 3.000 en toda la isla, bastante menos de las que llegó a tener hace años este turoperador.

Al margen de los que tiene contratados, Thomas Cook controla directamente tres hoteles en la isla de Ibiza, dos en Sant Antoni y uno en Platja d'en Bossa. En Sant Antoni funciona el Xaloc y en Platja d'en Bossa, el Migjorn Ibiza Suites & Spa. La empresa tenía planes para seguir aumentando su presencia en la isla, que ahora quedan en el aire.

En Cala Gració acababa de abrir este año: el Casa Cook Ibiza, de cinco estrellas, pero sus propietrios no son Thomas Cook sino un fondo londinense holandés, Wesfort Capital Limited.

La quiebra del gigante turístico supondrá, aparte del perjuicio económico directo a los hoteleros por lo que se refiere a la presente temporada, un futuro incierto para el próximo año. Ello es así porque los aviones de la desaparecida compañía dejarán de traer a Eivissa a miles de turistas en plazas que ya estaban programadas. En concreto, según informó el portal Mabrian Technologies, Thomas Cook tenia programadas con Ibiza 27.200 plazas de avión en los meses de septiembre a diciembre de 2019, y otras 58.800 para el periodo de enero a agosto de 2020. En resumen, 80.000 plazas de avión permanecen en la incertidumbre, aunque de esta cifra se han de descontar las de septiembre que ya se han ocupado y comercializado.