La emblemática compañía de viajes de turismo británica Thomas Cook, que entró ayer en suspensión de pagos tras acumular cuantiosas pérdidas y sin posibilidad de rescate, era una de las más antiguas del mundo con más de 170 años de historia. Aunque era más conocida hasta ahora por los paquetes turísticos en numerosos países y disponía de su propia aerolínea, la empresa dio sus primeros pasos en 1841 cuando el ebanista Thomas Cook fundó el negocio en el condado de Leicestershire (centro-norte de Inglaterra) para hacer excursiones a localidades cercanas.

Cook, que fue pastor baptista, quería ofrecer a la clase trabajadora algún tipo de entretenimiento que le alejase del exceso de la bebida en los difíciles tiempos victorianos. Es así como este ebanista aprovechó el florecimiento de los ferrocarriles en el Reino Unido para ofrecer un recorrido de 19 kilómetros desde la ciudad de Leicester (centro-norte inglés) hasta la localidad de Loughborough, a un coste mínimo. Las ofertas de estos viajes figuraban en carteles colgados en las paredes de las calles bajo el titular de 'Noticia Pública'.

La expansión de Thomas Cook

Estos viajes cortos resultaron tan exitosos que Thomas Cook los repitió durante varios veranos seguidos, lo que dio paso a extender los recorridos por otras localidades británicas. En 1855 se puso como meta cruzar el Canal de la Mancha para visitar París y, a partir de allí, extendió las ofertas de visitas a otros destinos europeos antes de que siguieran los de Estados Unidos, Asia y Oriente Medio.

Con el tiempo, el hijo de Thomas Cook, John Mason Cook, se hizo cargo de la compañía a la muerte de su padre en 1892, y permaneció en manos de la familia durante principios del siglo XX. Ya en 2001 pasó a manos de otra compañía alemana, C&N Touristic AG, y se procedió a la apertura de tiendas para la venta de paquetes turísticos y se amplió el negocio en el extranjero.

En Balears, este verano el turoperador abrió el primer Casa Cook para familias, y en 2020 estaba previsto inaugurar otro en Mallorca, el antiguo Hilton Sa Torre, propiedad del fondo HI Partners, también bajo esa marca de Thomas Cook. Sin embargo, en los últimos años, Thomas Cook acumuló deuda, a lo que se sumaron problemas como las fluctuaciones de las divisas, desastres naturales como huracanes, o la incertidumbre que ha generado el brexit, ya que mucha gente ha evitado viajar al extranjero. Hasta su colapso, Thomas Cook vendía paquetes turísticos a 19 millones de personas en el Reino Unido y el mundo en más de 15 países, y disponía de 560 sucursales.