Los empresarios hoteleros de Ibiza y Formentera dan por perdido el turismo del Imserso para lo que queda de 2019, dado el conflicto surgido por la disputa entre varias empresas por la adjudicación del contrato para toda España. Todos los años suelen llegar a Ibiza casi 60.000 turistas de la tercera edad, repartidos en dos tandas: de octubre a noviembre, por una parte, y de febrero a abril, por otra.

El gerente de la Federación Empresarial Hotelera de I aseguró ayer que «existe una incógnita de tipo legal que no tiene arreglo», refiriéndose a la situación creada por los recursos presentados contra la adjudicación del servicio para este año en el conjunto del país. «Por bien que vaya, su tramitación consumirá unos plazos y es difícil que se pueda programar la operación para octubre y noviembre de este año», señaló Sendino a este diario. Dado que en diciembre nunca se recibe turismo del Imserso en Ibiza, ello supondría que la isla no vería ningún visitante de este programa hasta el mes de febrero de 2020.

«No hay tiempo para comercializar» las plazas que corresponden a Ibiza, que oscilan entre las 50.000 y las 60.000. «Es simplemente un tema de calendario», recalcó el gerente de la patronal hotelera.

Baja rentabilidad

A la pregunta de si vale la pena abrir hoteles en invierno solo para la mitad de los turistas previstos del Imserso y para menos tiempo del habitual (ya en 2020), el dirigente hotelero afirmó que la respuesta «ya depende de cada empresa, que hace sus propios cálculos».

Este mismo verano, destacados empresarios hoteleros ibicencos afirmaban que prácticamente pierden dinero con el turismo del Imserso, dados los escasos ingresos que genera y los gastos que conlleva la apertura de los establecimientos.

La propia presidenta de la federación afirmó entonces que «si las tarifas fueran mayores, seguro que se apuntarían muchos hoteles más [este año habrían sido siete]. Pero de seguir como hasta ahora, no habrá ninguno en dos años».

Sin embargo, Manuel Sendino no se mostró tan categórico y dijo que todo depende de cada caso en concreto. «Es cierto que hay un problema de rentabilidad, pero si no tienes otra cosa, ya está bien. Pero cada uno sabe qué cuentas hace», comentó.

«Ahorrar parte de los gastos»

Con el turismo de la tercera edad, «al menos uno se ahorra una parte de los gastos, con lo cual ya es una ganancia». «Esa también es una forma de hacer las cuentas», añadió.

Eso no impide que los ingresos sean, en general, realmente bajos: «En todo caso, se trata de una rentabilidad muy ajustada», afirmó el gerente de la Fehif.

El vicepresidente para Ibiza y Formentera de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), José Antonio Roselló, admitió también este verano en relación a este tema que los hoteles «llegan hasta donde pueden y ya están al borde, en muchos casos, del coste de producción» y pierden dinero. «Con el Imserso, la idea es no perder, pues nadie se hace millonario con estos clientes», añadió Roselló. A su juicio, si el Gobierno solo realiza «ajustes de tarifas» a costa de los hoteleros, este asunto «tendrá difícil solución».