El comisario de Eivissa, Manuel Hernández, dijo ayer que durante la investigación del incendio del edificio okupado de es Viver «ha quedado bastante acreditado que la víctima del incendio estaba encerrada». Por este motivo, Rossanna Venturini, de 59 años de edad, no pudo salir del edificio y falleció. Al respecto, el jefe regional operativo de la Policía Nacional en Balears, José Luis Santafé, explicó que esta conclusión se extrae de los testimonios recogidos por los investigadores de la UDEV entre los okupas que vivían en este edificio. Varios de ellos dijeron que cuando la pareja de Venturini se iba del edificio la dejaba encerrada en la habitación en la que convivían. Sin embargo, el estado en el que ha quedado el inmueble tras el incendio no permite asegurar el hecho con absoluta certeza, pese a que en las inmediaciones del lugar en el que se encontró el cuerpo se encontraron varios candados. Los agentes de la UDEV arrestaron a este hombre, húngaro de 46 años, por presuntos malos tratos y detención ilegal. Tras declarar en el juzgado de guardia, quedó en libertad con cargos. El juez le retiró el pasaporte y le impuso comparecencias periódicas en el juzgado mientras continúa la investigación. Según la Policía Nacional, el detenido y Venturini, que trabajaba como fija discontinua en el call center de Palladium Group Hotel, mantenían una relación intermitente desde hace tres años.