«Con prisa, puede que hagas más cosas, puede que llegues antes, pero te perderás estos momentos hechos para ser contemplados poco a poco». Esta frase, que aparece en la contraportada del libro 'Sol post a Eivissa', resume perfectamente la filosofía de su autor, Juan Pérez Escribano, que dedicó «al menos dos años de su vida» a recorrer con su cámara la costa de Ibiza y perseguir al astro rey en su recorrido a lo largo de doce meses para captar las puestas de sol más espectaculares de la isla. Fruto de esta ardua labor nació en 2017 esta publicación, que ahora ha reeditado con el patrocinio de los ayuntamientos de Sant Josep, Sant Antoni y Sant Joan, los tres municipios de la isla cuyas costas ofrecen al espectador «ese momento mágico de ver al sol caer sobre el mar». Esta segunda edición, con una tirada total de 900 ejemplares, «300 para cada consistorio», no se comercializará en librerías.

'Sol post a Eivissa' reúne una selección de algo más de medio centenar de imágenes que ofrecen al lector una visión del movimiento a lo largo del año de esta estrella luminosa, centro de nuestro sistema planetario, observada desde la costa ibicenca. El recorrido empieza con el solsticio de invierno, cuando el sol está más al sur del litoral ibicenco, en la Punta de ses Portes. «Desde allí, este trabajo fotográfico sigue el movimiento del sol en dirección norte durante seis meses hasta el solsticio de verano, a finales de junio, en que el astro rey se sitúa sobre el mar frente a la costa del faro de Punta Moscarter, en Portinatx.

Cada fotografía va acompañada de un mapa dibujado en el que se indica exactamente dónde se ha tomado la imagen. Además, se especifican los meses en que mejor se ve la puesta de sol en ese lugar concreto. «Puede que sean meses muy distantes, el mes en que el sol va de sur a norte y el mes que va de norte a sur», detalla Pérez Escribano.

«La gente cree que el sol cae igual en todos los meses del año, pero no se puede pretender ver una puesta en el Port de Benirràs en pleno invierno ni en las playa de ses Salines en junio. El sol está donde está y somos nosotros los que debemos movernos para encontrarlo», explica en la introducción de su obra.

Platges de Comte nunca falla

Hay una excepción, un lugar estratégico donde se puede disfrutar de la puesta del astro rey sobre el mar prácticamente todo el año gracias «a su situación de costa totalmente abierta al horizonte». Se trata de Platges de Comte. Sin embargo, en otras zonas del litoral ibicenco, por su ubicación, apenas hay un mes a lo largo del año en el que se pueda contemplar al sol sobre las aguas despidiendo el día. Es lo que ocurre en Cala Salada, «al estar ubicada en un rincón». La puesta de sol solo se puede ver sobre el mar entre diciembre y enero. Según señala Pérez Escribano, en esta época, recién estrenada la primavera, «la zona ideal» es toda la costa sudoeste «desde Cala d'Hort».

Este amante de los viajes «aficionado a la fotografía» y autor del blog 'Ibiza a pie de foto' prefiere, para captar las puestas de sol, los inviernos ibicencos, «con el cielo cubierto de nubes». Frente a los lugares típicos y masificados en verano, recomienda a quien quiera despedirse del día que «busque rinconcitos solitarios», alejados del mundanal ruido, en el litoral todavía virgen de Ibiza. Insiste en que no hay que echarse para atrás porque el día esté nublado. Asegura que «la puesta de sol puede ser igual de hermosa». En cualquier momento, puede abrirse el cielo encapotado para dar paso a un haz de luz, que puede regalar un momento tan mágico como el que él captó en Cap Llentrisca y que se puede admirar en su libro 'Sol post a Eivissa'.