El presidente de la Federación del Taxi, Alejandro Cardell, se opone con rotundidad a la modificación del reglamento del GPS (el servicio de geolocalización de los taxis) que tramita el Ayuntamiento de Ibiza para permitir que en el municipio pueda haber más de un operador, incluso aplicaciones de móvil, y que cada taxista decida el servicio que «más le interese», según un portavoz municipal.

El Consistorio ha llevado a cabo una consulta previa a través de su página web (entre noviembre y diciembre) sobre la modificación del reglamento, y en este periodo no han recibido alegación ni sugerencia alguna. En todo caso, tras su aprobación inicial, el nuevo reglamento se tendrá que exponer al público durante un mes.

El presidente de la Federación Insular del Taxi y de la Asociación de Taxistas Autónomos de Vila, Alejandro Cardell, subraya que el Consistorio «actúa contra natura». «No hacen lo correcto, si querían que hubiera un GPS único en la isla. Esto va a ser la jungla», lamentó. Cardell se refiere a que el problema de que haya más de un GPS radica en que haya «más de un teléfono» para concertar un servicio de taxi. «A los taxistas no hay que liarlos», apunta, al tiempo que cuestiona cómo se regularán los servicios entre distintos municipios. «No lo acabo de entender», agrega Cardell.

El representante de la federación que aglutina a las asociaciones mayoritaria del taxi también expresa su malestar por el hecho, recalca, de que el Consistorio no le haya informado del inicio de la tramitación de la modificación del reglamento del GPS para dar entrada a más operadores. «A mí no me han mandado nada y están obligados, por reglamento, a hacerlo, también a todas las asociaciones del municipio. Y no me consta que lo hayan hecho», dice.

Cardell considera que, «como el Ayuntamiento no se ve capaz de regularlo», prefiere dejar que «cada uno lo haga como le da la gana» e insiste en que el Consistorio «no ha hecho nada» para que los 15 taxistas que se niegan a pagar la cuota del GPS salden su deuda. «Es una situación injusta», indica.

Joan Marí, vicepresidente de la Asociación de Taxistas Profesionales, que es minoritaria, argumenta su negativa a pagar el servicio del GPS porque el que lo cobra (la Asociación de Vila) no es la que lo presta (la Federación del Taxi) y, además, el coste «no está justificado», entre otras cuestiones.

Propuesta de nuevo convenio

Precisamente, el Ayuntamiento dictó un decreto a finales de octubre en el que dejaba en suspenso la aplicación del GPS hasta que se firmase un nuevo convenio que regularice la situación. No obstante, los taxistas han hecho caso omiso y han seguido operando igual. Antes de las fiestas de Navidad, Cardell presentó en el Ayuntamiento una propuesta de convenio para «legalizar la situación», en el que no se prevé ningún cambio con respecto al funcionamiento actual del GPS.

Pretende que sea la Asociación de Taxistas de Vila la que firme de nuevo el convenio con el Ayuntamiento y que ésta siga «comprando» la prestación del servicio a la Federación. Es decir, que el titular del servicio siga siendo la Federación y que ésta facture a la Asociación de Vila y esta a los taxistas. El Consistorio no ha respondido.