El alcalde de Sant Antoni, Josep Tur, Cires, atribuyó ayer a los propietarios del polígono industrial de Montecristo toda la responsabilidad del inmenso basurero en que se está convirtiendo la zona. Un gran número de coches abandonados, lanchas destrozadas, electrodomésticos y todo tipo de residuos voluminosos se esparcen a lo largo y ancho de las calles de este polígono desde hace tiempo, sin que nadie haga nada para acabar con esta situación.

Tur, preguntado por Diario de Ibiza, dijo que este es «un problema antiguo y heredado» del anterior equipo de gobierno, que no llegó a formalizar la recepción del polígono para que las calles e infraestructuras del mismo pasen a propiedad municipal, que hace 15 años que se tramita. El problema que impidió esta recepción (un adecuado proyecto que solvente los problemas de aguas que tiene el solar) sigue sin resolverse, puesto que la documentación presentada este mismo verano por los propietarios contiene deficiencias que los técnicos municipales les han obligado a rectificar.

«El problema continúa»

«Mientras tanto, continuamos con el problema», admitió el alcalde. Hasta que estas infraestructuras no pasen a titularidad municipal, tanto la retirada de esta basura como la vigilancia de la zona «corresponde la junta de compensación», es decir, a los dueños de los terrenos.

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Vehículos abandonados y basura en el polígono de Montecristo

Sobre la posibilidad de obligar a la propiedad a retirar todos los enseres que se acumulan allí, el alcalde aludió a la existencia de plazos y requisitos legales que impiden actuar con rapidez. A su juicio, lo más adecuado es «actuar desde el diálogo», por lo que abogó por «marcar los pasos que debería seguir la propiedad» y sentarse a negociar una salida a la actual situación.

La acumulación de coches y embarcaciones en estado de manifiesto abandono (algunos son ya chatarra) ha ido aumentando en los últimos años, según los vecinos de la zona, y a ello también se suman las concentraciones de botellón que se realizan en verano, como paso previo a la entrada de la discoteca que se encuentra en las inmediaciones.