Cuatro de los siete submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Ibiza llevan doce días trabajando en Mallorca, primero en el torrente de Sant Llorenç des Cardassar, donde murieron trece personas, y en los últimos días en la zona de Pollença y Alcúdia, donde los servicios de emergencias tuvieron que rescatar a unos 60 vecinos y turistas que quedaron atrapados por el agua en sus vehículos o en los tejados de sus viviendas.

Ricardo Rueda, uno de los cuatro buzos del GEAS de Ibiza que se encuentra en Mallorca, explicó que ayer, después de muchos días de trabajo sin interrupción, por fin pudieron descansar un poco. Las fotografías y vídeos grabados por Rueda en el torrente de Sant Llorenç muestran la magnitud del desastre. De todo lo que ha visto, lo que más le ha impresionado es la visión del agua anegando el territorio, arrastrando todo a su paso, y la ola de fraternidad y solidaridad que generó el desastre entre la población de la zona.

El equipo del GEAS ibicenco trabajó en la búsqueda de desaparecidos tanto en el torrente de Sant Llorenç desbordado como en su desembocadura, en s'Illot. Bucearon en las zonas más profundas del torrente, como se aprecia en las imágenes, y también en la playa, en las inmediaciones de la desembocadura. Tanto el torrente como el mar eran un cenagal. No se veía nada. Todo estaba repleto de sedimentos. Los submarinistas tenían que ir palpando, en ocasiones con bastones, hurgando en el fondo.

Cuando cerca de la costa apareció una cartera del pequeñoArthur Robinson Lliteras, cuyo cuerpo sin vida fue hallado seis después del desbordamiento del torrente, los buzos ibicencos centraron la búsqueda en esa zona. «Era como dar palos de ciego», recuerda Rueda. Finalmente, apareció en una finca particular. Lo encontraron gracias a un perro especializado en la búsqueda de personas. Desde la oficina de comunicación de la Guardia Civil de Balears destacaron la gran cantidad de personas que han trabajado tratando de mitigar los efectos de la inundación. En total, 400; 300 cada día, de las cuales la mitad son guardias civiles de las distintas unidades del cuerpo. Hasta los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), es decir, los antidisturbios, trabajaron en la zona del desastre. También había agentes de la policía judicial, de criminalística, del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim), de Seguridad Ciudadana, de la Unidad de Helicópteros (UHEL) y de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC).

Desde Ibiza también se trasladó a Sant Llorenç des Cardassar Vicent Ferrer, agente de la Unidad Operativa de la dirección de Emergencias del 112 del Govern.