La Guardia Civil efectuó ayer por la tarde un control de drogas en el camino de acceso a una mansión de es Puig de sa Creu, tras recibir un aviso de que allí se desarrollaba una nueva fiesta clandestina. En la cima de esta colina se encuentra un recinto compuesto por cuatro chalés, impulsado en su momento por un empresario inmobiliario kuwaití con negocios en la isla, de los que uno está siendo gestionado por la promotora israelí Monochrome para la celebración de fiestas clandestinas.

Según confirmó la Guardia Civil y se comprueba en vídeos subidos a las redes sociales, algunos de ellos grabados en el mediodía de ayer, esta es una de las villas donde el famoso dj Solomun celebra sus after hours después de su fiesta de los domingos.

La fiesta empezó a primera hora de la mañana y, como es habitual en estas citas, se convoca a los invitados en punto de encuentro, en este caso, en una explanada situada en el camino del colegio público de Jesús. Allí, tal y como pudo comprobar este diario, a la una del mediodía permanecía una veintena de personas, alguna de ellas esnifando una sustancia blanca en el interior de vehículos. Un grupo de extranjeros no respondió al ser preguntados por dónde se adquirían las entradas para la fiesta, mientras que una española explicó que «en la fiesta de Solomun». En cinco minutos, accedieron a este aparcamiento dos furgonetas Mercedes Viano, que tienen capacidad para nueve pasajeros.

´Transfers´ a la fiesta

Uno de los responsables de la empresa de alquiler que figuraba en las matrículas aseguró que estos vehículos sólo pueden usarse por particulares y, en ningún caso, «hacer transfers» y que esta práctica sólo podría llevarse a cabo «por taxistas o por empresas de transporte con conductor». Un mínimo de siete furgonetas se dedicaron ayer a realizar viajes de ida y vuelta a la mansión que organizaba la fiesta clandestina, situada a menos de diez minutos del centro de Jesús, poco después de la urbanización de Can Fornet.

El Puig de sa Creu apenas cuenta con vecinos en las cercanías y el camino para llegar a él cuenta con una cámara de vigilancia y avisos de que se trata de un acceso privado, aunque se trata de una vía pública en su primer tramo, según confirmó la Guardia Civil. Tras superar las primeras curvas, a mitad del monte dos guardias de seguridad cerraban el paso con una cadena, pero el camino todavía seguía entre más curvas y bosque que impedían la visión de las mansiones. Poco después, al mediodía, llegó una patrulla de la Policía Local de Santa Eulària, también avisada de la celebración de una fiesta clandestina. Como sólo se puede acceder al interior de un recinto privado con autorización judicial, estos agentes realizaron momentos después una sonometría desde ese lugar que indicaba que allí no se superaba el volumen permitido. Los dos vigilantes de seguridad informaron a la Policía Local de que se trataba de una simple «fiesta de cumpleaños». Ambos llevaban la camiseta con el nombre y el logo de Monochrome (un rinoceronte) y negaron que Solomun fuera a pinchar («sólo vino a principios de temporada»), aseguraron, cosa que no se corresponde con los vídeos que se pueden encontrar en internet de este dj de origen bosnio en diferentes afters.

En vídeos colgados en redes sociales una hora después de las sonometrías, se pudo comprobar que la fiesta se desarrollaba en una discoteca habilitada en un gran salón con una piscina cubierta por una cúpula móvil, con unos dos centenares de personas. En ese momento, el pinchadiscos era Acid Pauli, que por la noche participó en una sesión a dos manos junto a Solomun en una discoteca de Vila.

Drogas

La fiesta siguió su desarrollo con normalidad hasta que antes de las cinco de la tarde acudieron al Puig de sa Creu cinco guardias civiles en tres vehículos, a los que les acompañaban un carabinieri y una policía alemana, ambos participantes en el programa de intercambio de agentes europeos.

La Guardia Civil levantó un punto de control tras las dos primeras curvas del camino, en el que registraban de manera aleatoria a los asistentes a la fiesta. En estos cacheos se encontraron diferentes bolsas con sustancias blancas, además de pastillas. Además, una patrulla de la Policía Local subió a la cima, junto a un teniente de la Guardia Civil, para confirmar que el camino seguía cerrado. Al parecer, según explicó un agente, hay dudas legales sobre si el tramo final de la cima pueda considerarse público, por lo que tampoco se pudo llegar a las cercanías de la mansión al carecer de orden judicial.Venta de entradas

En los testimonios recogidos por la Guardia Civil entre los asistentes a la fiesta, algunos de ellos declararon que habían comprado la entrada a personas con las que contactaron en dos discotecas de Vila. Una madrileña a la espera del registro de la Guardia Civil lucía una pulsera con los rinocerontes que forman el logo de Monochrome. «Me la ha regalado Solomun en la pista». No era la primera vez que esta mujer asistía a un after de Solomun este verano: «Hace unos seis por temporada, para 150 o 200 personas». Ella aseguró que sí que iba a participar poniendo música en la fiesta: «Claro que va a pinchar, es incombustible». Por su parte, fuentes de la Guardia Civil informaron de que en esta villa se celebran fiestas «casi todos los lunes y martes», y lamentaron la dificultad que supone combatir este mercado negro de fiestas, que funciona por el boca a boca, porque «sólo se puede denunciar si hay venta de entradas o de copas».