La oficina de la Dirección General de Tráfico (DGT) de Ibiza está «absolutamente desbordada» debido a la falta de personal. La situación ha llegado a tal punto que los trabajadores han tenido que avisar en varias ocasiones a la Policía porque reciben insultos y amenazas de usuarios que quieren ser atendidos sin cita y además se niegan a marcharse. «Estamos saturados, absolutamente desbordados», comentan fuentes de la oficina, que apuntan que ofrecer todos los servicios que deben con los empleados con los que cuentan es «inviable» y agregan que ven peligrar su «integridad física».

Hasta hace unos meses, la situación de la oficina de la DGT de Ibiza se encontraba al límite. «Íbamos un poco apurados», apuntan las citadas fuentes, que recuerdan que entre «cuatro o cinco personas» gestionaban todo el trabajo a pesar de que el servicio tiene, sobre el papel, ocho plazas de personal para atender al público.

Sin embargo, desde hace «uno o dos meses», esta situación se ha agravado y se ha vuelto crítica. «Se jubiló una empleada y otra está de baja. Si ya estábamos carentes de personal, ahora justo de ocho plazas de trabajadores para atender al público y a las gestorías sólo queda uno», comentan desde la oficina.

A esta persona se suma en este momento un trabajador «itinerante», que es la manera en que designan a los funcionarios con su plaza en otro destino que piden una comisión de servicios para ocupar otra de forma temporal. Hace un mes había dos empleados en comisión de servicios, pero uno se marchó a Castellón. El que queda, que quiere permanecer en la isla y que reside en una vivienda de uno de sus compañeros, tiene que volver a León el 15 de julio. «Se ha solicitado que se quede, pero dicen que en León es imprescindible», comentan las mencionadas fuentes, que detallan que al parecer se incorporará otra persona procedente de Valencia. «Es gente itinerante de seis meses», apuntan.

De esta manera, señalan, están a «un 20%»: «Lo que antes se gestionaba entre cuatro o cinco lo llevan ahora un operador de información, un jefe de negociado y la persona itinerante». En este sentido, dicen que ni siquiera pueden hacer huelga: «Tendrían que traer gente para cubrir los servicios mínimos».

Desde la oficina de la DGT señalan que aunque desde Ibiza y Palma están en contacto con Madrid y se están haciendo «muchísimos esfuerzos», parece que allí «no se entiende la situación de la isla»: «Una persona no puede venir con un sueldo de operador de información, que son unos 1.200 euros, porque no podría vivir».

«Nadie quiere venir a la isla»

«Nadie quiere venir a la isla», resaltan y hacen referencia a las dificultades para encontrar casa en a un precio razonable. «Miran los precios y es que no les llega», afirman. En este sentido, detallan que aunque ahora han salido tres plazas a concurso en Ibiza, «nadie las pedirá». «Si no las piden con comisión de servicios, que les dan más dinero -pues les pagan una indemnización mensual aparte del salario-, cómo las van a pedir así [sólo con el sueldo], es prácticamente imposible», subrayan.

Asimismo, critican también el parche que supone contratar gente por cinco meses, como se hace desde la DGT: «Cuando la persona ha aprendido, se tiene que ir». «La solución que nos están dando desde Madrid ahora es ninguna», afirman con rotundidad.

En la práctica esta situación está llevando a que haya una demora en la atención, tanto en las citas que se dan al público en general como en el servicio que se presta a las gestorías y empresas de alquileres de coches, entre otros usuarios.

Respecto a la atención al público, si lo habitual es que cada operador tenga un cupo de unas «25 o 30 citas», las citadas fuentes resaltan que en la oficina local de Ibiza están llegando a dar «entre 40 y 50 por operador, un poco para paliar el absentismo» de quienes no se presentan. «Con el peligro de que un día no haya tal absentismo y la gente, en vez de estar esperando aquí unos minutos, espere horas», apuntan.

Estas citas se piden a través de la página web de la DGT. «Se están dando citas para un mes y como la DGT más de un mes no abre, si ese mes está cubierto el sistema te dice que lo vuelvas a intentar más tarde», comentan las mencionadas fuentes. Eso hace que la gente no pueda obtener una cita y sin ella, en la oficina no se le puede atender porque «el límite del operador ya está sobrepasado».

Este hecho ha provocado -y sigue provocando- momentos de tensión en la oficina hasta el punto de tener que llamar a la Policía. «La persona a la que no podemos atender se pone nerviosa y nos han llegado a insultar. El viernes nos amenazaban. Hemos tenido que llamar a la Policía porque no se quieren ir», relatan.

Desde la oficina local de Ibiza comentan que entienden a estos usuarios pero que ellos no pueden hacer más, puesto que su capacidad «está al límite». «Bueno, al límite no, hemos superado el límite», apostillan y aseveran que intentan ayudar en todo lo que pueden «pero llega un momento en que es materialmente imposible».

«No es sólo la atención al público, son las matrículas temporales con el problema de la ITV, las gestorías, los exámenes, las autoescuelas, el cobro de multas... Todo en un volumen para siete u ocho personas. Y ahora en verano con la cantidad de gente que tenemos aquí, que mucha se ha olvidado el carné, necesita alquilar un coche y tenemos que hacerle un documento... Todo es tiempo que no paramos. Mucha gente viene y dice: 'Es que la oficina está medio vacía'. Pero claro, está así porque solo hay una persona y no puede tener esto lleno», agregan.