El 13 de febrero de 2012 María Ángeles Leciñena dejó de ser jefa de Urgencias del hospital Can Misses por problemas con la gerencia, a la que acusó de estar únicamente preocupada por «ahorrar». El pasado mes de agosto volvió a ponerse al frente del servicio, cuya saturación y largas esperas llevan años denunciando los pacientes.

Miércoles, 11 de la mañana. ¿Cómo está Urgencias?

Hay 39 pacientes, tres pendientes de cama, esperamos que a lo largo del día puedan subir a planta. A dos se les están haciendo pruebas complementarias, ocho están pendientes de que los vean y otros tres a la espera del triaje. Todos de nivel tres.

¿Qué es nivel tres?

Que no es una emergencia y puede esperar una o dos horas a que se les vea. El que lleva más tiempo, una odontalgia, espera hace 45 minutos.

¿Es una situación buena?

Más o menos aceptable. Es uno de los días en los que podemos tener un médico atendiendo las ambulancias. Cuando llega un paciente se realizan las pruebas diagnósticas y se tratan la fiebre y el dolor. Se agiliza el proceso, se acorta la estancia y el paciente se siente atendido nada más llegar. Me gustaría tener recursos suficientes para contar con este médico mañana y tarde todos los días.

Urgencias es uno de los servicios que más aparece en los medios por quejas de los usuarios.

Hay quejas superjustificadas y otras que no. Esperar 45 minutos por una patología no urgente no justifica una reclamación. El 90% son por demora, las tienen todos los servicios de Urgencias, pero eso no es ninguna excusa. Por otra parte, alrededor del 40% de los casos atendidos en Urgencias se podrían atender en los centros de salud, aunque para eso hay que darles las herramientas necesarias.

¿A qué se refiere?

Tanto a recursos humanos como materiales. A veces la gente llega a Urgencias porque le han dado una cita para dentro de dos semanas. Eso no es concebible. Los centros de Salud de Sant Antoni y Santa Eulària deberían tener aparatos de radiografías simples, los pacientes no tendrían que desplazarse, se resolvería todo con más rapidez y aquí tendríamos menos saturación. La gerencia quiere poner uno en Sant Antoni.

¿Los pacientes son reacios a ir a las urgencias de Primaria?

Poco a poco. Es difícil que el paciente, con los síntomas, sepa si es una emergencia o no. Si llevas meses o años con una patología entiendes que no debe ser muy urgente, pero detrás del mareo de una persona mayor puede haber cualquier cosa. La definición de urgencia es subjetiva. No reprochamos nada, intentamos educar a la población. Comparando con el año pasado, los pacientes derivados de Primaria han disminuido y los casos son más complejos.

La falta de personal es evidente.

Una de las fuentes naturales de profesionales son los residentes que acaban. Están formados aquí,tienen alojamiento y conocen la dinámica. Este año tenía tres y uno se va a otro puesto dentro del área. Venir a Ibiza debe ser atractivo. En Canarias están cobrando un complemento por insularidad que aquí no existe. El problema de encontrar profesionales se agrava en Menorca y las Pitiusas. Falta gente en Primaria, en los servicios de urgencias, en el 061...

¿Urgencias es el peor sitio?

Es donde peor se pasa por el aumento de población y porque es el lugar más crítico. Los casos complejos vienen a Urgencias, si no hay camas en el hospital acaban en Urgencias... Tenemos que atenderlo todo. También a los que están en lista de espera. Hay veces que sufren procesos que no matan, pero que son dolorosos. Cualquier disfunción del sistema acaba en Urgencias. ¿Sabes qué queremos?

Dígame.

Sitio y recursos. Estamos en medio y debemos dar respuesta. Intentamos que lo más grave se atienda antes. Es lo que intentamos explicar en las respuestas a las reclamaciones.

¿El nuevo espacio complica el funcionamiento del servicio?

Cuando en 2010 me hice cargo de Urgencias me encontré con los planos hechos. Intenté modificarlos, pero fue imposible. La distribución del servicio no se adapta a los circuitos de urgencias, se ha construido de espaldas a los circuitos asistenciales. Hubo un cambio de dirección, ni el director médico ni el gerente habían visto los planos, les enseñamos los que habíamos hecho y nos los tumbaron. Pedí que me cesaran. No ha habido dedicación para que el espacio de Urgencias fuera el adecuado y tenemos que vivir con ello. La organización del servicio debe estar basada en el paciente y sus necesidades, darle lo que necesita con la mayor rapidez posible. Si hay que hacer análisis de sangre, electro y radiografía todo eso debe estar cerca para no perder tiempo. Hacemos los análisis y el electro aquí, pero a veces tienen que esperar porque no hay equipos suficientes. Y la radiografía... En vez de enfrente, el servicio está en el bloque quirúrgico, necesitas un celador para llevar y traer pacientes. Pierdes tiempo y gastas recursos.

¿No se puede hacer nada?

Estamos mirando si podemos poner un aparato de rayos en las zonas de almacén que está ocupando la concesionaria, pero eso implica remodelar una parte de Urgencias. Tengo claro lo que querría hacer, pero necesito un técnico que me diga si puedo. Con esa reorganización aumentaríamos la calidad y la eficiencia.

Antes de que usted llegara, el Sindicato Médico también achacó el mal funcionamiento de Urgencias a que no había un liderazgo claro.

Todo el mundo debe saber de gestión. Todas las pruebas que pides como médico tienen coste y uso de personal. Gestionar no es sólo hacer un calendario, el jefe debe tener experiencia y formación en gestión, pero también los compañeros, porque tú solo no puedes tirar del carro. Hay muchas cosas por hacer, pero a mí me gustaría hacerlo más rápido.

¿Qué tiene en mente?

Estamos intentando crear circuitos de atención con los servicios de especializada como ya hemos hecho en Pediatría. Ahora, todos los niños los asume el pediatra, aunque si es una emergencia los vemos nosotros. Me gustaría tener una enfermera en la zona de observación de Pediatría, pero falta que dirección de Enfermería dé el empujón. Estamos trabajando en diferentes frentes. Hemos creado un jefe de guardia que, sin cobrar, es responsable de organizar el servicio y hacer un informe diario. Estamos intentando crear circuitos de alta resolución en algunas especialidades. Por las mañanas podemos derivar pacientes a otorrinos y oftalmólogos y contactar con Neurología, aunque ellos no cubren urgencias si un paciente crónico sufre una reagudización. Queremos extender esto a otros servicios, como digestivo.

Sólo usted se presentó a la jefatura de Urgencias. ¿Nadie quería?

No iba a presentarme, por eso esperé al último día a última hora. Soy más pasado que futuro, estoy en edad de dejar la iniciativa a gente más joven. A veces me pongo una responsabilidad que no tengo por qué asumir. ¿Y si nadie se presenta? Ya tuve la experiencia de un año y medio sin jefe. Había gente que me empujaba. Si no hubiera contando con respaldo no me hubiera presentado.

¿Se ha arrepentido?

Hay días que tiraría la toalla porque nada va tan rápido como te gustaría, pero la gestión es esto. Si dispusieras de todo no sería gestionar, sería gastar. Nadie me obliga a estar aquí, lo que pido es un mínimo. La gerencia está respondiendo. De hecho, en estos momentos tenemos un médico más de lo que establece la plantilla autorizada. Todo el que gestiona tiene momentos así, pero va con el puesto.

¿Tenía claro desde el primer momento qué hacer y cómo?

Tengo mis limitaciones, pero tengo experiencia y miro qué se hace en otros sitios, voy a congresos donde compartimos experiencias, problemas, e incluso me han mandado algún recurso humano. El problema es que en España en verano, ¿qué sitio no necesita refuerzos? Son pocos los médicos especialistas que salen y, hoy en día, si no eres especialista en algo no puedes trabajar. Ahí nos encontramos con otra dificultad.

¿La especialidad?

Sí, mientras no la tengamos habrá compañeros que estén aquí hasta que encuentren trabajo en Atención Primaria, Medicina Interna u otro puesto. Sólo en Europa hay 21 países que tienen reconocida la especialidad de Urgencias. Incluso en el ejército español está creada. Se aprobó una moción no de ley, todos estaban de acuerdo en crearla, pero a fecha de hoy no se ha hecho. Hay mucha gente que querría hacer urgencias y no puede. Ése es un pilar básico para la adhesión de los profesionales al servicio y, por tanto, para su estabilidad.

Todos estarían por vocación.

Quien se queda es porque le gusta.

¿Cuál fue su primera decisión?

No ejercer como coordinadora y ponerme a trabajar. En agosto trabajé mañana y tarde. Era un grano de arena, pero me sentía mejor. También nos pasa que entre los antiguos y los nuevos no hay transición. Esto significa que hay compañeras que están teniendo niños, y con todos los nuevos derechos, que me parecen logros sociales importantísimos, se complican los turnos. En Urgencias, desde el primer día pueden dejar de trabajar por el riesgo, pasa todo el embarazo y luego la baja y después las reducciones de jornada. Tenemos personal en ese proceso. Entre eso y que no encontrábamos gente ha habido días que estábamos cinco o seis. Así que al llegar, en agosto, dije que no me pidieran ningún plan organizativo, que me ponía a trabajar porque lo primero era atender a la gente.

¿Qué medidas tomará?

Consolidar la enfermera de Pediatría y seguir avanzando en los circuitos de alta resolución con diferentes servicios. Podríamos evitar el ingreso, lo que viene bien para la ocupación de camas. Si tenemos ingresos aquí nuestros pacientes deben estar en los pasillos. Ha disminuido, no ha habido una gripe fuerte, pero temo que vuelva y debemos estar preparados para cualquier cosa. Y me gustaría contar siempre con un médico para atender a las ambulancias.

Antes, atender 200 casos al día era excepcional. Ahora es lo habitual. ¿Qué se puede hacer?

Además de tener personal de refuerzo, todo el mundo va a poder disfrutar de 15 días de vacaciones en verano, pero el resto debe ser en otra época. Hay que ajustarse.

Hay compañeros de Primaria que hacen guardias en Urgencias. ¿Lo van a promocionar?

Sí, nos están haciendo algún turno extra sábados y domingos, pero en verano quiero reforzarlo. Estamos negociando con la gerencia si podemos hacer peonadas, tanto nosotros comos los de Primaria que quieran ayudarnos. Creemos que esto será atractivo y tendremos más compañeros que querrán colaborar. Vamos a iniciar una campaña para que la gente de fuera sepa dónde tiene que ir, porque muchos acaban viniendo al hospital por cosas que se pueden atender en el centro de salud. Son unos folletos que entregaremos en farmacias, hoteles y otros puntos estratégicos para que todos sepan dónde están sus centros de salud.

Hay gente que espera mucho porque no tiene nada grave pero sí doloroso. ¿No se les puede aliviar?

Hay un límite para eso. Es lo que ocurre con un cólico nefrítico o con un niño que tiene fiebre. ¿Por qué no se les da un calmante o un antitérmico? Si no eres alérgico, estaría bien que la enfermera de triaje te pudiera dar algo, pero con el decreto que salió no puede si no se lo firma un médico. Hay veces que se aprueban decretos que dificultan el trabajo. Puedes ir a la farmacia a comprar paracetamol, pero una enfermera no te lo puede dar si un médico no la autoriza.

¿Ha empezado la temporada?

Ya hemos tenido alguna intoxicación. Algo anecdótico, pero que dices: «¡Uy! Ya estamos». En Semana Santa, el día 15 de abril, atendimos 180 pacientes. Creo que el verano será más o menos como el año pasado.

¿Va a ejercer de médico?

Algún fin de semana me pongo turnos extra. Y ya he dicho que si no tengo gente suficiente no me convoquen a reuniones. Seguramente a primera hora me dedicaré al papeleo y luego a atender pacientes, que es lo que me gusta. Me encanta la parte asistencial, la disfruto. A veces te lo ponen difícil cuando tienen patologías complicadas, pero me gusta mucho. Las urgencias me gustan. La adrenalina que te descargan va bien.

¿Los históricos de urgencias están enganchado a ellas?

Sí, por eso hemos aguantado.