Cuatro operarios iniciaron ayer por la mañana, a las 10.50 horas, la retirada de la valla metálica que separa las instalaciones de Marina Ibiza del paseo Joan Carles I. Mientras un hombre realizaba unos leves cortes en las juntas con una radial, los otros tres procedían a retirar a mano los primeros paneles.

La eliminación de ese obstáculo, que se extiende a lo largo de unos 700 metros en paralelo al paseo Joan Carles I, así como la poda del seto a una altura máxima de un metro, durarán aproximadamente una semana, según los encargados de la obra.

Tras esta intervención, los paseantes ya pueden contemplar Dalt Vila sin obstáculos desde ese tramo de acera. No obstante, la mejora es solo visual, pues entre el vial público y la instalación náutica todavía quedan un murete de medio metro de altura y el seto, de manera que solo se puede pasar de un lado al otro saltando.

El alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, manifestó su satisfacción por el inicio de la retirada de las vallas, «que permiten integrar el puerto en la ciudad. Que se pueda pasear por allí viendo el mar es el primer paso». En ese sentido, Ruiz desveló ayer que Marina Ibiza «se ha comprometido a presentar, tras el verano, un proyecto para la conexión total entre ambos ámbitos», lo que supondría el derribo del murete y la eliminación de las plantas que ejercen de barrera. La empresa náutica ya presentó hace meses un estudio previo, pero no agradó al Consistorio, según afirmó Ruiz.

Obra más costosa

«Somos parte invitada en esa negociación, pero hemos tenido reuniones con la APB y con la concesionaria -dijo Ruiz- para hacer esa conexión, que requerirá una obra más importante y más costosa. Consistirá en conectar el paseo con el mar para que no haya esa separación física actual. Lo que queremos es que la gente que pasee por allí pueda ver el mar».

«Hace medio año ya presentaron un proyecto, que no nos gustó en el Ayuntamiento. A partir de ese proyecto inicial se acordó incluir modificaciones. La concesionaria aceptó esas modificaciones», subrayó el alcalde, que añadió: «Espero que el proyecto que nos presenten tras el verano nos agrade. La retirada de la valla es, en ese sentido, una manera de avanzar trabajos».

Paga la concesionaria

El alcalde aseguró que será Marina Ibiza la que se haga cargo de pagar esa obra, que dada la amplitud de la zona limítrofe (unos 700 metros) se antoja costosa: «La empresa consiguió una ampliación del plazo de la concesión a cambio de inversión en ese tramo. De ahí que queramos que esa inversión revierta en que esa zona se convierta en un paseo marítimo de verdad». Ruiz confía en que, si todo va bien, las obras puedan empezar «a finales de este año», si bien recalcó que eso ya no depende del Consistorio, ya que las competencias son de la Autoridad Portuaria.

La APB ya comunicó la pasada semana que «la retirada de la valla de Marina Ibiza constituye un paso más hacia el acuerdo mutuo de convertir el puerto de Vila en un lugar accesible, más transitable y pensado para el disfrute de los ciudadanos». El acuerdo entre el Consistorio, Puertos y la marina para eliminar esa valla tuvo lugar en diciembre de 2016, en el marco de la negociación para la ampliación de esa concesión en el puerto ibicenco.