El equipo de gobierno de Sant Antoni aprobó ayer en el pleno de forma inicial la revisión de oficio del nombramiento mediante concurso-oposición, en noviembre de 2010, de Javier Verdugo y Gregorio Peña, como inspector y subinspector de la Policía Local, respectivamente, por diversas «ilegalidades» cometidas por el último gobierno del PP de José Sala que la concejala de Gobernación, Aída Alcaraz, tachó de «escandalosas».

Alcaraz explicó los motivos del inicio de este proceso (lo cerrará el Consell Consultiu) sin la réplica de los ediles del PP, que, justo antes, abandonaron el pleno en señal de protesta por «la falta de respeto y la actitud insultante» con la que, según su portavoz, José Sala, el primer teniente de alcalde, Pablo Valdés (Reinicia), trató a su grupo en el debate de una moción anterior relativa a los medios para combatir los incendios forestales en la isla.

El alcalde cree que es una excusa

El alcalde cree que es una excusaEl alcalde, José Tur, que lamentó la decisión de la oposición, consideró que este grupo utilizó la polémica con Valdés «como excusa» para ausentarse del pleno «justo antes de que se tratara un tema que para ellos no es agradable».

Con los asientos de los miembros de la oposición vacíos, en su monólogo, Alcaraz aseguró estar «cansada» de que se le acuse de «forma injustificada» por la demanda por acoso laboral que Verdugo ha presentado contra ella.

Alcaraz recordó que fue el nuevo gobierno el que creó la ficha del puesto de trabajo de Verdugo (después de que éste al mes de la toma de posesión dijera que estaba «desmotivado» por esta y otras cuestiones), y con ello un aumento de su sueldo. Tras señalar que entre vacaciones y bajas Verdugo estuvo «casi todo el año pasado ausente», Alcaraz recordó que a finales del año pasado, en la negociación con los sindicatos sobre la nueva relación de puestos de trabajo del Consistorio, tuvo conocimiento de que el representante de la Escuela Balear de la Administración Pública (EBAP) en el tribunal de la oposición presentó un escrito en el Ayuntamiento en el que advertía de que había «indicios suficientes» que apuntaban que los dos aspirantes carecían de la titulación requerida. «No era un chascarrillo o un comentario de pasillo. No podíamos hacer otra cosa que preservar la legalidad», dijo para justificar el inicio de la revisión de los nombramientos, al tiempo que resaltó que el PP montó una estructura de un inspector y dos subinspectores, cuando el decreto que lo regulaba, debido al número de agentes del cuerpo de Sant Antoni, lo impedía.

Alcaraz resaltó, sin nombrarla, que la concejala del PP Neus Mateu, entonces cargo de confianza del Consistorio (gerente de Deportes) participó en dicho tribunal.

Tras el pleno, en un restaurante situado junto al Consistorio, Sala convocó a la prensa y explicó que Mateu es funcionaria de carrera y por tanto estaba «perfectamente cualificada» para formar parte del tribunal de las oposiciones, cuyo cometido, además, se limitó «a cronometrar las pruebas físicas».

«Acoso y derribo» a Verdugo

«Acoso y derribo» a Verdugo

El portavoz del PP señaló que, de no haber salido del pleno, su grupo habría votado en contra. Resaltó que el Govern balear, del que depende la EBAP, «no puso ninguna salvedad» al resultado de las oposiciones y «no se requirió [a los afectados] para que subsanaran las deficiencias a posteriori». Negó que la espantada de su grupo fuera para evitar el debate de este asunto. De hecho, dijo que tuvo «dudas» de hacerlo precisamente por esto. «Me parecía grave sustraernos de la votación de este punto», indicó.

Sala criticó la política de «acoso y derribo» del tripartito hacia Verdugo y subrayó que tanto el inspector como el subinspector desarrollan desde 2010 su trabajo «con plena conformidad no sólo de los órganos municipales sino también de la ciudadanía».