El Ayuntamiento de Sant Josep descarta la ejecución del proyecto previsto por Ibifor, la empresa vinculada a Salinera Española que explota las concesiones de las playas del Parque Natural de ses Salines, consistente en la regulación del tráfico de acceso a es Cavallet con una barrera y una rotonda a la altura de la entrada de la zona de Sa Revista para facilitar el giro de los vehículos. A cambio de la actuación, junto a otras mejoras de la vía, la empresa solicitaba autorización para cobrar a los usuarios del aparcamiento de la playa, cerca de 300 plazas.

La primera teniente de alcalde de Sant Josep, Paquita Ribas, justifica la negativa del equipo de gobierno en el hecho de que Ibifor no ha presentado ningún estudio económico ni propuesta concreta de los años de explotación del aparcamiento de pago, pero sobre todo porque entiende que en este vial la intervención debe ser «mínima», exclusivamente para garantizar «la seguridad» del tráfico, con la instalación de vallas de madera en los laterales.

La propiedad del camino de acceso a la playa también es motivo de disputa. «[La empresa] se refiere al camino como si fuera suyo, cuando nosotros consideramos que es nuestro», apunta Ribas. Salinera Española y no Ibifor es la que defiende que el vial le pertenece, mientras que el Consistorio alega que está incluido en el inventario de caminos municipales. Ribas sostiene, además, que el Ayuntamiento está tramitando un proyecto para reformar el puente, que se encuentra en «mal estado». «A principio de temporada instalamos una plancha porque se estaba hundiendo», agrega.

Como la planificación de la ordenación del Parque Natural por parte de la conselleria de Medio Ambiente «va lenta», la primera teniente de alcalde explica que se solicitará al Ejecutivo autónomo que les dejen «actuar antes», aunque de momento no hay ninguna previsión. Ribas insiste en que, a diferencia de lo previsto por Ibifor, el Consistorio sólo prevé instalar vallas de madera de protección para evitar que algún vehículo se precipite a los estanques, como sucedió varias veces hace dos años, con el resultado de una fallecida.

El gerente de Ibifor, Joan Cardona, considera que el Ayuntamiento comete «una equivocación» al no aceptar su proyecto, presupuestado en 100.000 euros («a coste cero para la Administración») y que también contemplaba la ampliación de algún tramo de la vía y la instalación de vallas. Cardona asegura que, con la rotonda, que «no iba a causar un impacto», se podría regular la entrada de vehículos a la playa, ya que facilitaría que pudieran dar la vuelta en el caso de que la zona de aparcamiento estuviera completa.