El traslado de la estación marítima y de todo el tráfico con Formentera al muelle norte implicará mucho más que cambiar de sitio el punto por el que embarcan y desembarcan 1,565 millones de viajeros cada año. Aprovechando ese caudal, la Autoridad Portuaria de Balears (APB) proyecta transformar la zona en un complejo comercial. Así, se proyectan una decena de locales que jalonarán el paseo desde el muelle pesquero hasta la futura estación marítima, de 1.758 metros cuadrados, según se detalla en la planimetría de las bases del concurso para la redacción del proyecto básico y constructivo de la terminal y los muelles comerciales con Formentera.

La APB informó ayer de que se han recibido un total de 15 propuestas para hacerse con el encargo del diseño, por un precio de salida de 178.518 euros con el IVA incluido y que deberá estar terminado en un plazo de cinco meses. Según el esbozo del encargo que se hace en las prescripciones técnicas del concurso, la APB prevé una gran marquesina que iría paralela al mar desde el arranque de los muelles y hasta la estación, para dar continuidad a todo el conjunto.

Bajo esta larga visera de listones se propone la construcción de una decena de locales, de varias dimensiones y orientaciones diversas, según detalla el pliego. Estos van de los 49 metros cuadrados del más pequeño a los 159 m2 del mayor.

De nuevo «usos lúdicos»

En cuanto a la estación, y como ya se indica también en el caso de la terminal del tráfico de cabotaje en Botafoc, «resulta de interés para la APB que la nueva edificación pueda ser utilizada de forma esporádica para usos alternativos como puede ser la realización de eventos culturales y lúdicos». Además, se propone dar agilidad al paso de personas mediante la separación de las zonas de entrada y salida de pasajeros y aceras amplias para no interferir el tráfico.

En las especificaciones de la remodelación de la zona se indica que bajo esa marquesina «generadora de unidad» se diseminará «el programa necesario para la ampliación de servicios generados para la conexión de Ibiza con Formentera».

Estos incluyen, además de «las zonas de control para la entrada y salida de pasajeros», en aplicación de la normativa de seguridad europea, «zonas comerciales, estación marítima con taquillas y oficinas, zonas de juegos infantiles, zonas verdes y zonas de estancia».

También se insta a los diseñadores a planificar la circulación interior en la zona. Entre las condiciones que se indican está la de reservar una isleta central para el estacionamiento de 120 coches y seis autobuses, como mínimo.