- ¿Qué fue primero: la fotografía o la nocturnidad?

- La fotografía. Siempre me ha gustado la pintura, pero no era muy bueno en pintura, así que me metí en la fotografía. Aprendí con una pequeña cámara y poco a poco, con cursos, fui avanzando.

- ¿Y cómo surgió lo de la noche?

- En un curso que se dio hace bastantes años José Benito Ruiz, me abrió los ojos a la fotografía nocturna. Antes, con las cámaras que había, era muy complicado. Hace ocho años que perfecciono la técnica.

- Supongo que además de la técnica importa la calidad de la cámara.

- Muchísimo, aunque con una réflex básica y una buena lente, que es lo importante, puedes hacer cosas buenas.

- ¿Con el móvil aún no?

- No, todavía no, pero no creas que falta mucho. Seguro que en unos cuantos años, con el Iphone10 u 11 ya podemos hacer fotografías nocturnas. Sin tener que cargar con todos los equipos.

- ¿Cuántas veces ha explicado la historia de la fotografía escogida por la NASA?

- ¡Bastantes! De hecho, mi inglés es algo básico y la primera vez no se lo expliqué muy bien a la NASA. Hice unas 200 fotografías entre las dos cámaras, pero esa foto no está hecha con todas. Seleccioné 18 lunas y de las 40 imágenes que tomé de la tormenta de es Vedrà escogí una. Luego las fusioné manteniendo el recorrido de la Luna.

- ¿Fue más complicado hacer las fotografías o seleccionarlas?

- Hacerlas. Llegué a la una de la madrugada y estuve hasta las seis haciendo fotos. Llegó un momento que tenía sueño y notaba hormigueo en los ojos. ¡Y tenía que levantarme para llevar al crío al instituto! Empalmé con el trabajo. Editar fue fácil.

- Y rápido, porque tenía que enviar la foto.

- A las once y media ya la subí a mi Facebook y a varios perfiles de fotografía. Tardé unos cuarenta minutos en editarla. Desde el principio vi que gustaba y la gente me dijo que la enviara a la NASA.

- ¿No se le había pasado por la cabeza?

- No, nunca, y mira que tengo fotografías nocturnas, pero jamás lo había pensado.

- O sea, que la envió por probar.

- Sí, por intentarlo, que no quede. A las tres horas me contestaron pidiéndome más datos: cómo había hecho la foto, desde dónde... Cuando la envié no les expliqué más que dos tonterías.

- No me diga que en Estados Unidos no conocen es Vedrà.

- [Ríe] Ibizaes muy famosa, pero muchos americanos no saben dónde está.

- ¿Y cómo se queda cuando la escogen?

- En ese correo me decían que estaban interesados en la foto para que fuera imagen astronómica del día, que quizás la seleccionaran.

- No era seguro.

- No. No me lo confirmaron hasta las seis de la mañana del día siguiente. A partir de ahí se hizo viral. La colgaron en todo el mundo.

- ¿Tiene una idea de cuánta gente puede haber visto la foto?

- Pues no sé. Entre Instagram, Facebook y Twitter creo que tiene más de 300.000 likes. Pero seguro que la ha visto más gente.

- ¿Sabía la imagen exacta que quería hacer?

- Sí, no tengo teleobjetivo ni telescopio, pero quería capturar el tránsito de la Luna, en eclipse y es Vedrà. Tuve la suerte de que apareció una tormenta por aquel lado [señala], que le da chispa. Tenía la fotografía en la cabeza, situé las cámaras en su sitio y a esperar. Lo que desconocía eran los tonos rojizos de la luna de sangre porque no la había visto nunca.

- ¿Vino antes para ver dónde tenía que colocar las cámaras?

- No, conozco el sitio y, además, tengo una aplicación de la que soy probador que te permite ver perfectamente por dónde pasará la Luna y cuándo. Te permite planificar. Por ejemplo, hice una fotografía con la luna llena sobre la catedral, le dije la altura a la que estaba y me dijo dónde tenía que ponerme para hacer la foto de la luna en el lugar exacto que quería. En los cursos que doy una de las cosas que más explico es la importancia de la planificación.

- Cinco horas, de noche, frente a un acantilado. ¿Qué hizo?

- Pues nada, una vez que tenía las cámaras colocadas, simplemente controlar la exposición de alguna de ellas y el resto del tiempo sentado en una silla como de director de cine y esperar.

- ¿No tuvo sueño?

- No. Durante el día, al ver el mal tiempo, pensé que no vendría, pero luego despejó, así que me eché una siesta y me tomé un par de cafés. Ya aquí, con el espectáculo, era imposible dormirse. Además, había gente por aquí.

- ¿Había gente? ¡Pero si esto está perdidísimo!

- Sí, más de diez personas. Solo aquí, en el mirador había más. Cuando había un trueno o un relámpago se les escuchaba gritar. También se veía luz de linternas en la torre. No me aburrí. Quizás si hubiera venido solo, sí, pero dormirme no, nunca, por las cámaras. Por si se acaba la batería o algo no va bien.

- ¿En una foto así es más importante la belleza o que defina bien el fenómeno?

- Se tiene que combinar todo, pero la belleza es muy importante.

- ¿Esta es su foto favorita?

- No, para nada.

- ¿Cuál es?

- Algunas de la Vía Láctea desde Cala Llentrisca, en las que se ve el brazo, sin montaje.

- ¿El del Photoshop es un tema complicado?

- Sí. Intento ser lo más real posible. No hay 18 lunas y en una foto no se pueden sacar todas. Hay que hacer un montaje, está claro, pero hay quien no lo entiende. Es como ver las 18 fotos, pero en una.

- ¿Y una foto que no sea suya y que le guste mucho?

- En España tenemos muy buenos fotógrafos nocturnos, como Javier de la Torre. Me gustan sobre todo las auroras boreales, ahora en noviembre me voy dos semanas a buscarlas en Noruega. Necesito sacarme esa espinita.

- ¿Viaja solo para hacer fotos?

- Sí, a Tenerife, por ejemplo. También fui a Islandia, pero había 24 horas de sol y no pude hacer mucho. Ahora en Noruega habrá solo cinco horas de sol.

- ¿Tiene pendiente algún destino?

- Volver a Islandia, pero de noche, o a Torres del Payne, en Argentina. También me gustaría hacer un viaje espacial y fotografiar la Tierra desde el espacio. Sería una pasada. Pero ahora estoy muy concentrado en las auroras boreales.

- ¿Y si le decepcionan?

- No creo... Me decepcionaría que el cielo estuviera cubierto los 14 días, pero espero que no.

- ¿Siente presión después de esta foto?

- No. Sigo con lo que me gusta y con los pies en el suelo. Si pienso que puede haber algo especial, lo haré. Suelo salir cuando no hay Luna.

- ¿Y cuándo duerme?

- Intento salir entre viernes y sábado porque tengo familia y hay que compaginar. No suelen ser salidas muy planificadas, me gusta estar de noche viendo las estrellas. Y la calma. Me siento a gusto, tranquilo, sin que nadie moleste.

- ¿Fotos como la de la Luna ponen Ibiza en el mapa de los aficionados a la fotografía nocturna?

- Tenemos muy buenos cielos. Muy estrellados. Pero en verano hay contaminación lumínica y, por si eso fuera poco, te salen muchos aviones en los encuadres. Los buenos cielos de verdad están en Tenerife, en el Teide, sin luces. Además, aquí siempre hay calima, humedad, y en exposiciones muy largas se empaña la lente.

- ¿Le interesa la astronomía?

- No, sé dónde están cuatro cosas básicas, pero no soy astrofotógrafo. Tengo que tirar de móvil. Sé dónde están la Estrella Polar y Escorpión, porque la Vía Láctea, que la tengo muy controlada, está detrás.

- Cuando sale de noche, ¿disfruta de lo que ve o está más pendiente de hacer las fotos?

- Disfrutas a momentos. El otro día, cuando la Luna se volvió roja, sí que disfruté. Dejé las cámaras solas, me senté en la silla y me quedé flipado viendo la Luna. Fue muy bonito.

- La suya es una afición muy cara, ¿no?

- Sí, por desgracia es caro [reflexiona]. O quizás no, porque si fuera muy barato todo el mundo estaría con la fotografía. Si ya pasa con los teléfonos, que todo el mundo va haciendo fotos. Quizás el coste marca la línea con lo profesional. Es verdad que por mucha cámara que tengas luego entra en juego el estilo de cada uno. Yo tengo dos cámaras. Una la compré hace dos años y la otra ya tiene cuatro y tendré que liquidarla en breve.

- ¿La de la Luna es la última foto que ha hecho?

- Sí, no he tenido tiempo de hacer más. Tampoco voy todos los días. Salgo cuando hay algo que me apetece, cuando se me ocurre un buen encuadre. Iré a la cueva de Platges de Comte en un par de semanas. ¡Si todos los fines de semana saliera a hacer fotos ya estaría divorciado!

- ¿Esta foto le abrirá puertas?

- No, no lo creo. Quizás me vale como currículum, o hay más gente que se interesará por los cursos de fotografía nocturna, pero abrirme puertas, no. Eso sí, me la han pedido para exponerla en una exposición de las fiestas de es Cubells, que es mi pueblo.

- ¿Se la va a dejar?

- Sí, he encargado una impresión grande, en metacrilato.