Los empresarios del polígono Can Frígoles, situado en las inmediaciones del aeropuerto, han denunciado una oleada de robos perpetrados desde junio que atribuyen a una banda profesional. En los últimos nueve días aseguran que se han producido tres asaltos en naves comerciales contiguas, pero con anterioridad ha habido otros asaltos siempre en grandes negocios situados en polígonos industriales o dedicados al almacenamiento y distribución de productos.

El último robo denunciado es el perpetrado en la madrugada del viernes al sábado en la nave de Juan Torres, mayorista de alimentación. La noche anterior fue asaltado Exclusivas Miró, del mismo ramo, y nueve días antes Carburos Metálicos, situada entre ambos, según explican los propios empresarios, que han decidido contratar de manera conjunta un servicio privado de vigilancia que comenzará a funcionar mañana mismo. Los afectados aseguran que no es la primera vez que en el polígono se perpetran robos similares y relatan que el verano pasado la asaltada fue la nave de Bimbo.

Las víctimas de estos robos, que están siendo investigados por la Policía Judicial de la Guardia Civil, están convencidas de que los ladrones forman parte de una banda profesional organizada por la precisión con la que actúan y porque todos los asaltos presentan características muy similares. En todos los casos el robo se cometió de noche cuando ya no quedaban empleados en los negocios, entraron a través de butrones realizados en alguna de las paredes y siempre en zonas libres de carga, de manera que los ladrones se introducen en la nave por los escasos espacios en los que no hay muebles ni palés almacenados, detalle que lleva a las víctimas a pensar que conocían el interior de los locales.

Todos los negocios contaban con sistemas de seguridad, algunos incluso por duplicado, pero los asaltantes inutilizaron rápidamente las alarmas, que no llegaron a sonar en ninguno de los robos, y, además, desconectaron los sistemas de grabación y se los llevaron con ellos para evitar ser identificados a través de imágenes. «Son profesionales y están en buena forma porque para llegar hasta una de las cámaras tuvieron que trepar cuatro alturas de palés», revela un empresario. Los denunciantes coinciden en que esta banda busca dinero en efectivo y se dirige a las cajas fuertes, que abren con la ayuda de una lanza térmica. «Conocen perfectamente los tipos de caja y agujerean con precisión en el lugar donde está el mecanismo que les permite abrir la cerradura», señalan los hijos de Juan Torres, donde los butroneros abrieron tres cajas fuertes y se llevaron también equipos informáticos. En las cajas había también talones, pero los ladrones cogieron solo el dinero en metálico. Pese a lo cuidadosos que son, en uno de los establecimientos la central a la que estaba conectado el sistema de videovigilancia captó imágenes de los asaltantes que están ya en poder de la Guardia Civil. Al parecer, eran al menos tres personas, vestidas con ropa oscura y con las caras cubiertas.

Aunque la Guardia Civil no proporcionó ayer datos sobre estos delitos, las víctimas aseguran que comenzaron en junio y los atribuyen todos a la misma banda. En Citubo, situada también en el polígono Can Frígoles, entraron hace 20 días utilizando el mismo método. La empresa ha contratado ya guardias de seguridad. Hace dos semanas robaron en Suministros Ibiza siguiendo las mismas pautas y los empresarios sospechan que la misma organización es responsable de otros robos perpetrados en el último mes. En 2009 ya fue desarticulada en la isla una banda dedicada al robo en naves.

Roban un maletín con 7.000 euros en un ‘rent a car’

Ayer mismo en el aparcamiento de la empresa de alquiler de vehículos Centauro, situada en el polígono Can Frígoles, dos turistas franceses fueron víctimas de un robo. Les sustrajeron de la parte trasera de su vehículo un maletín con 7.000 euros. Dos personas se acercaron a preguntar una dirección y distraer a los turistas mientras se hacían con el maletín. Un tercero les aguardaba para la huida. El encargado de Centauro explicó que es la primera vez que ocurre en su empresa, pero que otros negocios situados en la misma zona han vivido situaciones similares y no solo este verano. «En el aeropuerto este tipo de robos era tan frecuente que tuvieron que poner una patrulla solo para esto», asegura. «Es una lástima la mala impresión que se llevan los turistas», lamentó.