Cuando filosofía y ciencia no iban cada una por su lado, la búsqueda de la piedra filosofal pertenecía a la vez a la filosofía y la química. ¿Era la piedra filosofal la que se llamaría petroquímica? Un resto de vida en tiempo pasado, que cuando formaba parte de la vegetal daba vida a cuantos respiraban sus desechos (oxígeno). Hoy ese fósil, en forma de gasolinas, petróleos, gas, químicas varias o plásticos, nos da movilidad, calor o frío a voluntad, color, vestido y el hardware básico de nuestro modo de vida, pero como su combustión puede darnos muerte, por pura supervivencia habrá que abandonarla. El único modo de asumir esto será volver al origen, o sea, a la filosofía, dando valor a cada cosa y anteponiendo lo imprescindible –la vida, humana o no– a lo prescindible. Sin embargo solo será posible afrontar tan gran hazaña pensando y actuando a lo grande, algo que hoy nos queda grande.