Córdoba debe dimitir

Es posible que nunca sepamos, o que lo sepamos cuando la perspectiva histórica nos aclare las ideas, quién tiene la razón en la crisis abierta en el Consell de Formentera. El aún presidente, Llorenç Córdoba, sigue defendiendo que actuó en defensa de la isla al amenazar con retirar el apoyo «incondicional» a la presidenta del Govern, Marga Prohens. Sus compañeros de Sa Unió en el equipo de gobierno le acusan de obrar en beneficio propio y, lo más grave, de pedir un sobresueldo a costa del erario público y de esos fondos reservados que no existen... Pero tal y como están las cosas, con todos los puentes quemados, las puertas cerradas y las confianzas rotas entre Córdoba, Sa Unió, el PP, Compromís y la oposición de GxF y PSOE para resolver la crisis de una forma amistosa y digna para todas las partes, la única solución es la dimisión de Córdoba, que entre un nuevo conseller y que Sa Unió restaure el gobierno en la isla. Es necesario por dos motivos. El primero y más importante es el bien de Formentera, que se ha quedado con un gobierno en la inopia. El segundo es que Sa Unió ganó las elecciones con holgura y merece gobernar, aprobar sus presupuestos y sacar adelante sus proyectos. Pura lógica política, si es que eso existe.

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