Microquimerismo fetal

Ecografía.

Ecografía. / Lázaro Rodriguez/ Pexel

Los bebés que no llegan a nacer con vida acompañan a su madre durante décadas. Más allá del plano metafísico, existe un término científico que describe este acontecimiento entre una mujer y su hijo: microquimerismo fetal. En la mitología griega, una quimera es un animal fabuloso con cuerpo de cabra, cola de serpiente y la cabeza de león. La ciencia usa este término para designar un proceso por el cual a partir de la cuarta o quinta semana de gestación, el embrión comparte células con su madre y viceversa, dándose así la existencia de un ser con células de dos individuos distintos. No sólo la gestante aporta material genético al feto, si no que este deja su huella en su progenitora. Estas células permanecen muchos años en la piel y la sangre de la mujer. La prueba para constatar este fenómeno se basa en la diferenciación de sexos, ya que se halla material genético masculino, por lo que es más difícil detectar cuando se trata de embriones femeninos. Estas células pueden intervenir en las enfermedades autoinmunes, a veces para bien y otras, quizás no, según las investigaciones. Para las mujeres que han pasado por un duelo perinatal el simple hecho de saber que sus hijos sigue vivos de alguna manera puede ser un consuelo.

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