Si no hay una plaza libre cerca, cualquier sitio sirve para aparcar, debió pensar el conductor del coche de la fotografía, que dejó su vehículo en la acera en la confluencia de la avenida Bartomeu de Roselló y Vicente Cuervo, en Vila, una actitud bastante habitual en la ciudad y que los conductores suelen justificar porque «es solo un momento».
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