Balears quiere salir el primero del confinamiento y no es tema baladí. Con una economía tan dependiente del turismo, el archipiélago balear necesita posicionarse bien en el ranking de salida de los destinos turísticos seguros para este verano tanto para el mercado nacional como el internacional. Todas las islas miran la temporada con pocas expectativas de sacar muchos beneficios y más con el objetivo de evitar un mal mayor con una gran cantidad de trabajadores que no verán un duro este verano si no hay turistas. Esta semana sentí tristeza de ver tan vacía la plaza de Santa Gertrudis una tarde de finales de mayo con un espléndido día de sol. Ni turistas, ni economía solvente en muchos hogares, ni ganas de salir de cañas con la que está cayendo. No me magino Ibiza otro mes más así. En esta isla estamos acostumbrados a los extremos, a que no haya ni un gato por la calle o a que no quepa un alfiler en ella, pero cada fluctuación de gente en su estación del año. Por eso adelantarnos a la fase 3 con Formentera es una buena estrategia para no perder por completo este verano, siempre con las medidas de seguridad necesarias y la responsabilidad de cada uno en nuestras acciones. No quiero el paraíso vacío a costa del malestar de muchas personas. O inventamos algo nuevo o nos vamos a comer los mocos si no hay turistas. A ver quién es el valiente que los manda ahora a casa o quién saca a la isla del monocultivo, por obtener algo bueno de esta crisis y descubrir si hemos aprendido algo en estos días.