Hoy, en Ibiza, habrá personas que puedan celebrar la Nochevieja gracias a Cáritas y a Cruz Roja, y a sus trabajadores y voluntarios. Personas sin hogar o sin recursos podrán sentirse acompañadas y tratadas con dignidad. Porque no es únicamente la cena: es sentir el reconfortante apoyo de otros en momentos bajos, en una fecha en la que la soledad y la pobreza se hacen más duras y pesadas por el contraste con los excesos y la exhibición de felicidad ajenos que caracterizan la Navidad.

La generosidad y entrega de estos voluntarios y trabajadores, día tras día y mes tras mes, contrasta con la incapacidad de los diversos equipos de gobierno que han pasado por el Consell y los ayuntamientos ibicencos para hacer realidad el proyecto del centro de baja exigencia que se debe construir en es Gorg, y que debe dar servicio a personas en situación de exclusión social de toda la isla. El Ayuntamiento de Eivissa cedió el solar al Consell en mayo de 2010. Han pasado ya casi diez años pero no se ha puesto ni un solo ladrillo. Cáritas pidió a los partidos, en la campaña de las elecciones locales de 2011, que no frenaran el proyecto, pues ya entonces era «una necesidad urgente». Sus ruegos y advertencias no dieron ningún resultado. Esperemos que en 2020 podamos ver las obras empezadas de una vez. Feliz año.