No son clientes, son puteros. La semana pasada Metges del Món organizó las II Jornadas sobre Prostitución en la UIB. Asistí a ellas fundamentalmente en busca de información, pensando que estaba suficientemente sensibilizada por este tema.

La vida nos da sorpresas, sorpresas nos da la vida (que diría Pedro Navaja). Fui consciente de que no solo me faltaba información, sino que también me faltaba mucha más sensibilización, más conciencia social.

El trabajo que desempeña Metges del Món en este contexto en Ibiza es abrumador. Sus profesionales y voluntarios aportan una calidad humana de tal calibre al desempeño de sus objetivos, que te quedas reconciliada con la especie humana, cosa que no viene mal de vez en cuando. Gracias por lo que hacéis.

Hay muchas esclavitudes que abolir en pleno siglo XXI, y la de la prostitución es una de ellas. Probablemente la mayor de ellas.

Hubo algo que me gustó mucho en el transcurso de las jornadas. Todas las personas que compartieron su experiencia con nosotros, todos ellos muy buenos profesionales, usaron el mismo lenguaje. No son clientes, son puteros.

Clienta soy yo del Mercadona. Lo de los puteros es otra cosa.

Llamar a las cosas por su nombre quizás nos ayude a visualizar que la respuesta social, política y civil que le damos a este tema es sencillamente inexistente. Miramos hacia otro lado desde la comodidad de nuestros sofás, desde la seguridad de nuestras propias vidas.

A los que son puteros hoy me gustaría decirles que cuando pagan, no solo están pagando por un servicio sexual (que tampoco es un servicio, que cada uno le ponga a esto el nombre que quiera) están pagando para seguir manteniendo a las mafias, a las captoras, a los proxenetas. Están pagando para seguir financiando la trata de mujeres. Quizás se van a dormir muy tranquilos y reconfortados pensando que les están pagando a ellas y que ellas están ahí porque quieren. Cada uno se miente como quiere para poder conciliar el sueño.

Pensé algo que nunca antes pasó por mi cabeza. Soy madre de un chico, y si algún día en el futuro 'va de putas' yo me sentiría tremendamente fracasada como madre y como ser humano.

Así que para que esto no ocurra, más que preocuparme por el asunto, debo ocuparme. Tener una estrategia, una respuesta que vaya más allá de la mera trasmisión de valores que siempre creemos que estamos haciendo correctamente.

Este pensamiento me hizo llevar la cabeza a otro sitio. Ya sabéis que yo cuando me pongo a darle vueltas, me pongo.

Mi cabeza me llevó a las aulas.

Los puteros del futuro están sentados en nuestras aulas ahora. Y ¿qué estamos haciendo?

Creo que poca cosa. Este es otro de los grandes dilemas sociales que todos pensamos que se resuelven con educación. Pero para educar bien hay que gastarse la pasta. Hay que diseñar políticas concretas, eficaces, medibles, evaluables?

Como una de las responsables del Sextima (programa de educación afectivo sexual que reciben nuestros adolescentes) creo que este tema tiene que aparecer de alguna manera que no estamos haciendo. Y a esto seguiré dándole vueltas. Y esta vez trataré de no quedarme en la esfera de los pensamientos.