La decidida apuesta de Formentera por el cultivo ecológico. Hasta hace poco, sólo el 1,3 por ciento de las explotaciones se regían por los estándares europeos de respeto por el medio ambiente, pero ahora le da un empujón, al registrar casi 200 hectáreas de cultivo para lograr el sello de calidad de Europa. El tiempo de adaptación de las fincas a este tipo de cultivo dependerá del modelo inicial, pero será de entre dos y tres años.

La voracidad de las palomas torcaces, una auténtica plaga para el campo ibicenco que ahora cazadores y agricultores intentan combatir de manera conjunta. Las torcaces causan estragos en los cultivos, sobre todo en las vides. Algunos afectados señalan que han podido perder en los últimos tres años entre el 20 y el 30 por ciento de la vendimia por la presencia de estas aves. El hecho de que las torcaces pasen aquí todo el año, antes era un ave migratoria, y de que no tengan depredador natural ha agravado el problema.