Reconforta encontrar a una persona más sabia y lista que tú que comparte tu punto de vista sobre un tema que te apasiona. Me pasó con el escritor y periodista Sergio Vila-Sanjuán, ganador, entre otros, del premio Nadal, que en una columna reciente habla de una tendencia en auge: subrayar el valor terapéutico de la literatura. Remarcar la certeza de que leer buenos libros no solo entretiene, da placer y nos hace más sabios sino que nos cura y nos hace mejores personas. Habrá quienes encuentren esa terapia en Cervantes y quienes lo hagan en Miquel Martí i Pol. Yo cito a Charles Dickens porque en sus libros he encontrado todo lo que necesito saber de los seres humanos y su psicología. Gracias a Dickens uno aprende qué es la compasión, cómo afrontar la muerte de un ser querido, aprende a no despreciar a nadie por su condición económica, que el esfuerzo tiene su recompensa... ¡y hasta cómo elegir bien a una pareja! Para mí todo está en Dickens, supongo que como para otros todo está en la Biblia, en Bolaño o en Chéjov (famosa es la frase del escritor Simon Leys, que cita Vila-Sanjuán: 'Entre dos cirujanos competentes, procure que le opere el que haya leído a Chéjov'). Así, si necesitan terapia de letras, esta vez, en lugar de ir a la sección de autoayuda, acudan a la de clásicos. Buena literatura bajo la sombrilla. Un placer que cura.