A bombo y platillo. Así fue la inauguración del restaurante de Íñigo Onieva y Tamara Falcó (también es socio el íntimo amigo de Bertín Osborne Manuel Macheño, 'El Turronero').

El empresario inauguraba el martes 14 de mayo su nuevo restaurante en la capital: Casa Salesas. Ubicado en una de las mejores zonas de Madrid, cuya apertura contó con una gran fiesta en la que se pudieron ver muchos rostros conocidos, entre los que se encontraba su suegra, Isabel Preysler.

El local está dividido por dos ambientes, aunque la zona de comedor del restaurante se encuentra en la planta superior, donde podemos ver una cocina abierta, varios sofás y pocas mesas que lo convierten en un sitio bastante acogedor.

Por otra parte, la planta baja estará especialmente dedicada al mundo de la noche, pudiendo deleitar su carta de cócteles al ritmo de la música de un DJ que ambientará la sala hasta las dos de la madrugada. Un restaurante que cuenta con una carta muy variada.

Los precios

La nueva propuesta gastronómica del marido de Tamara Falcó recuerda a la carta de 'Totó' y 'Tatel', los dos restaurantes de los que fue Onieva relaciones públicas en el pasado, antes de pasar por el altar con la socialité. Tanto es así, que en la carta de Casa Salesas hay varios platos idénticos a los de los dos establecimientos, como el vitello tonnato de ‘Totó’ y el risotto y la tarta de queso de ‘Tatel’. 

Los precios no son para todos los bolsillos. Desayunar en Casas Salesas puede superar los 20 euros. Comer o cenar, como poco, puede rondar los 50 euros el tique medio.

Las críticas

Pero no son los precios lo que están criticando quienes han acudido al restaurante a comer o cenar.

Si bien en uno de los portales de restauración de referencia, Tripadvisor, aún no tiene muchas opiniones del restaurante de Íñigo Onieva, las cuatro que hay actualmente son malísimas.

"Malo de solemnidad. Servicio malo, muy pretencioso, no cumple las expectativas. La comida normal. El entorno es bonito pero no basta", escribe uno de sus clientes.

"Buena comida, buen servicio y pésima experiencia. Tortilla, croquetas y ojo de bife excelentes. El ojo no especificaron que si pides uno, y hay 3 personas en la mesa, te cobran por 2. Nos metieron 17 € de pan por 3 personas. Pedimos un Brugal con coca cola y nos cobran 20 € por cada una porque te ponen un reserva sin avisar. Una forma de atracar al cliente. Gran forma de arruinar una cena que iba muy bien. Lamentable", opina otro.

"La comida normalita tirando a baja, nos la trajeron fría… y pagar 78 € por una Coca Cola con un bocadillo me parece demasié" y "Con tanta publicidad hecha por la familia Preysler fui a ver qué pasaba con este restaurante. No pasa nada.... El risotto de Tatel soso, la gente esperando mucho tiempo a que los platos salieran.... Teníamos reserva y no había mucha gente sin embargo nos hicieron esperar más de 20 minutos... Creo que el hecho que le hagan tanta publicidad los "famosos" no ayuda.... No regrese hasta por lo menos un año más...", apuntan los dos últimos.