Can Curreu tiene todos los atractivos para perderse en la Ibiza más rural; Estel, la combinación perfecta para disfrutar de la proximidad del mar. En ambos es posible deleitarse con una gastronomía exquisita, un servicio excepcional y un contexto especial. En la costa o en el interior.

En el corazón de Sant Carles, una antigua casa payesa acoge el resturante del Hotel Can Curreu. Tanto en verano como en invierno, es el lugar perfecto para huir de la rutina y empaparse de los encantos de la gastronomía mediterránea. Sabores tradicionales se unen a especialidades más creativas en una carta que tiene propuestas para todos los gustos.

Quienes deseen hacer un viaje sensorial pueden optar por el menú degustación que va cambiando a diario para ir recogiendo lo mejor de cada temporada.

La experiencia gastronómica puede completarse con una sesión de spa, un relajante masaje o un paseo a caballo gracias a los packs que ofrece el establecimiento, incluso con noches en el hotel. Una opción perfecta para darse un capricho o regalar a la pareja, a familiares o amigos. La ubicación del establecimiento, además, lo hace ideal para ir con niños que disfrutan del entorno.

Estel es una versión urbana de Can Curreu, que presenta unas increíbles vistas al Mediterráneo por su situación privilegiada, en el paseo marítimo de Santa Eulària. Cambia la ubicación, pero no esa filosofía que vela por presentar a la mesa la mejor versión de la cocina mediterránea.

El menú degustación del chef también está disponible en Estel, además de otro menú de lunes a viernes a precio más ajustado. Producto local, elaboraciones esmeradas y resultados increíbles para quienes aprecien la gastronomía.