Miquel Àngel Aguiló nunca olvidará la noche del pasado jueves, 30 de noviembre, cuando la Orquestra Simfònica de les Illes Balears (OSIB), dirigida por Pablo Mielgo, interpretó en el Trui Teatre tres de sus seis microsinfonías. El momento fue muy especial, sobretodo cuando el público que llenaba la sala rompió en aplausos tras escuchar las tres piezas, que formaban parte de la primera parte del programa musical.
«Tengo la sensación de haber ganado una medalla de oro en unas olimpiadas», aseguraba ayer, todavía muy emocionado. No es para menos, porque aunque Aguiló ha trabajado en varias ocasiones para la OSIB «haciendo arreglos sinfónicos» y también la ha dirigido en cinco ocasiones, nunca hasta ahora la orquesta balear había estrenado una obra suya.
Las tres composiciones de Aguiló que la Simfònica tocó el jueves forman parte de una colección de seis microsinfonías, un género que se ha inventado el compositor mallorquín, según él mismo explica. «Estas piezas reúnen todos los requisitos de una sinfonía, reflejando todos los colores de una orquesta, pero todo está comprimido en movimientos que pueden durar tres o cuatro minutos e incluso siete segundos», explica.
Las piezas suyas que se escucharon el jueves en el Trui Teatre tienen una duración que oscila entre los ocho y doce minutos y constan de cuatro movimientos, que es lo habitual en una sinfonía.
Con estas obras quería, sobre todo, «hacer un guiño y también de algún modo una crítica» a los tiempos actuales, en los que todo tiene que ser inmediato y rápido y en los que mantener la concentración por mucho tiempo parece cada vez más complicado.
Gracias a la originalidad de esta propuesta, Aguiló accedió a la línea de ayudas a la creación del Institut d’Estudis Baleàrics (IEB). «Para mí ganar el concurso del IEB y que la OSIB estrene mis obras es un doble premio», afirma.
Drama y comedia se alternan en sus microsinfonías. Como él mismo apunta, sus obras reflejan «una montaña rusa de emociones que, al estar comprimida, salta más a la vista». «Todo lo que compongo tiene una carga emocional muy grande, es como escribir un diario personal», asegura Aguiló, al que le gustaría mucho presentar sus microsinfonías en las Pitiusas, donde reside, con la Orquestra Simfònica Ciutat d’Ibiza.
Eivissa Clàssica
El músico y compositor mallorquín, que hasta hace unos meses estaba al frente de la Banda Simfònica Ciutat d’Eivissa, estrenará en unos días otra obra suya, ‘Inopias’. Esta vez será en Ibiza, en el último concierto de la primera edición del festival Eivissa Clàssica, ‘Entre dues músiques’.
Será el martes 5 de septiembre a partir de las 19 horas en Can Ventosa. Su composición de 16 minutos, formada «por tres ‘Inopias’», la interpretarán Héctor Koa (flauta travesera), Noel Sáez (percusión), Salvatore Licitra (contrabajo) y Xico Ribas (piano). El programa incluye también la ‘Suite para flauta y piano trío’ de Claude Bolling.
Explica Aguiló que le hizo «mucha ilusión» que Carlos Vesperinas, promotor del festival junto al Ayuntamiento de Ibiza, le pidiera que compusiera una obra para Eivissa Clàssica. «Que reconozca tu trabajo tu propio sector es lo que más gusto da», asegura el prolífico compositor mallorquín, que ya acumula en su haber más de 300 obras. «Compongo a diario, el día que no lo hago me siento raro», confiesa.
