Pablo García Reino (Pamplona, 1990), fisioterapeuta y osteópata de formación, descubrió las constelaciones familiares hace diez años, los mismos que lleva viviendo en Ibiza. La vida le puso delante esta metodología psicoterapéutica después de ahondar en otras disciplinas como la hipnosis ericksoniana y la programación neurolingüística. Enseguida se percató de que, de alguna manera, «reunía en una sola terapia todos los requisitos de las anteriores» y decidió ahondar en ella formándose en distintos centros, entre ellos el Institut Gestalt, en Barcelona.
Todos los conocimientos y la experiencia adquiridos en este tiempo, primero como alumno y luego también como profesional del campo, los ha volcado en su primer libro, ‘Encuentra tu lugar’, autoeditado con Círculo Rojo. Lo presentará hoy a las 20.30 horas en el Centro Cultural de Jesús.
El objetivo de ‘Encuentra tu lugar’, concebido como manual didáctico, pero también como un libro de autoayuda, «es acercar al gran público las constelaciones familiares y dar a conocer los beneficios que puede reportar». Esta herramienta, detalla el terapeuta, está especialmente indicada para entender mejor las relaciones que se dan en el seno de una familia, así como para tomar conciencia de determinadas dinámicas que pasan de generación en generación. «Las constelaciones familiares nos conceden dirección y claridad y nos ayudan a poner orden en aquellos asuntos internos que viajan con nosotros y que tienen que ver con nuestro pasado y la biografía de nuestros ancestros», explica. A través de las constelaciones familiares, continúa, «se trabaja sobre posibles heridas, traumas o memorias que nuestros familiares no pudieron gestionar y que han llegado hasta nosotros impidiendo que fluyamos en determinadas áreas de la vida o llevándonos a repetir patrones de comportamiento o dinámicas disfuncionales que nos generan malestar y sufrimiento».
García reconoce que este método no es para todo el mundo, pero, en su caso, ha sido la herramienta que mejor le ha funcionado para sentirse libre emocionalmente y con paz interior. «Lo que más anhelamos es encontrar nuestro lugar en la vida y lo que nos enseñan las constelaciones familiares es que para conseguirlo primero tenemos que encontrar el lugar que ocupamos en nuestro sistema familiar de origen», concluye.
