La obra ‘Cartas de la época de Ibiza’ de Walter Benjamin fue la fuente de inspiración para el último libro fotográfico de Cecilia Orueta (Madrid, 1963). Lo cuenta la propia autora, que estará hoy en Ibiza para presentar su trabajo a las 19.30 horas en el Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (MACE). En el evento la acompañarán la directora del museo, Elena Ruiz; su pareja, el escritor Julio Llamazares,y el editor Héctor Escobar. Todos ellos, en menor o mayor medida, han contribuido a que ‘Ibiza, la isla perdida de Walter Bejamin’ (Eolas Ediciones) sea una realidad. Ruiz fue quien en 2013, coincidiendo con la presentación en el MACE de ‘Las Lágrimas de San Lorenzo’, regaló a Llamazares el libro de la editorial Pre-Textos que reúne toda la correspondencia que Benjamin escribió en Ibiza y entre sus dos estancias en la isla, una publicación en la que participó el poeta, novelista y ensayista ibicenco Vicente Valero, que se encargó, entre otras cosas, de la selección de las cartas y de la introducción.
A Orueta, interesada sobre todo por «la relación de la imagen con la literatura» y, por tanto, «por la fotografía narrativa», aquella lectura la«invitó a soñar» y eso unido a que era época de pandemia y que no le apetecía capturar con su cámara a gente con mascarilla le convenció de que su proyecto estaba en Ibiza, siguiendo el rastro de uno de los intelectuales más relevantes del siglo XX, que estuvo en la isla en los veranos de 1932 y 1933, cuando el turismo todavía en las Pitiusas era muy incipiente.
Antes de viajar a Ibiza, la fotógrafa madrileña se documentó leyendo ‘Experiencia y pobreza: Walter Benjamin en Ibiza’, de Vicente Valero, «un libro fundamental para entender al personaje y su estancia en isla».
Con las imágenes que había fabricado su mente durante la lectura de la correspondencia del filósofo berlinés y el bagaje de la información recopilada después, se fue a Ibiza, al principio sin una idea precisa de cómo enfocaría el proyecto, pero sí con la seguridad de que «no quería hacer postales ibicencas», sino crear imágenes que, más que mostrar, «indicaran y sugirieran». También tenía claro que quería huir de los azules y verdes, tan presentes en la isla, lo que la llevó a «abrir el diafragma» de su cámara y sobreexponer las fotografías.
«A pesar del turismo masivo, Eivissa sigue conservando parte de su magia»
Orueta buscó «con ahínco» aquellos paisajes que contempló Benjamin en los años 30 en Ibiza y los encontró, «ocultos bajo ese ruido infernal y esa contaminación del turismo de masas». De hecho, está convencida de que la isla todavía conserva, a pesar de todo, «parte de la magia» que deslumbró al filósofo. La autora de ‘Ibiza, la isla perdida de Walter Bejamin’ se divirtió como una niña con el juego de «contar una historia del pasado con imágenes del presente». «Todo lo narro con la realidad, no hay prácticamente ninguna fotografía posada, aunque sí algún robado», explica.
Para este trabajo, Orueta realizó varios viajes a Ibiza entre 2021 y 2022. Luego vino el libro, de pequeño formato, que intercala las imágenes con una selección de las cartas de Benjamin y se cierra con un texto que el intelectual escribió en Ibiza, ‘Al sol’. Quien le dio la idea del formato y la estructura de la publicación fue el fotógrafo y periodista Chema Conesa. También la ayudó Luis de las Alas, otro fotógrafo. Todos los escritos están en castellano y, además, en catalán, a propuesta del Ayuntamiento de Ibiza, que, con Pep Tur como concejal de Cultura, decidió apoyar económicamente el proyecto.
«Aposté por este proyecto porque soy un defensor a ultranza de la belleza»
Orueta recurrió a una pequeña editorial leonesa para publicar su obra. «Eolas ha sido muy valiente porque los libros de fotografía son muy caros y en España se venden muy pocos», señala la fotógrafa. El editor, Héctor Escobar, que ayer voló a Ibiza para estar en la presentación, se quita mérito explicando que ha apostado por este trabajo porque es «un defensor a ultranza de la belleza». «Me permito este tipo de proyectos porque estamos necesitados de referentes y para mí Walter Benjamin y Ibiza lo son», remata.
