Durante el homenaje de los que dieron su vida por España, cuando el presidente del Gobierno abandonó el palco de autoridades -acompañado por el Rey, el presidente del Congreso y del Senado, Manuel Marín y Javier Rojo-, recibió gritos y abucheos por parte de la tribuna de invitados, que también coreó gritos de `¡Viva España!´ y de `¡Zapatero dimisión!´. La citada tribuna repitió esa actitud al término de la parada militar poco antes de que Zapatero, después de la salida de la Familia Real, abandonara el recinto por el mismo lateral de la calle Génova por el que había accedido.

Como es habitual, las unidades más aplaudidas fueron la Guardia Civil, la Legión y los Regulares de Ceuta y Melilla. En las gradas de invitados pudo verse un mayor número de banderas de España. Una vez terminado el desfile, a las 12.20 del mediodía, casi dos horas después de haber dado comienzo, los Reyes, los miembros del Gobierno y las autoridades se trasladaron al Palacio Real para asistir a la recepción que ofrecen tradicionalmente los monarcas.

Como cada año, los Reyes presidieron el desfile militar. Junto a los Príncipes de Asturias, los Duques de Lugo y los Duques de Palma, los monarcas estuvieron acompañados por el presidente del Gobierno, los del Congreso y del Senado, los de los Tribunales Supremo y Constitucional y todos los ministros -excepto la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona-. También se encontraban los presidentes autonómicos, a excepción del lehendakari Juan José Ibarretxe, y el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, así como otras autoridades civiles y militares.

Tras la llegada de Sus Majestades a la Plaza de Colón, a las 10.30 horas, un batallón de la Guardia Real les rindió honores militares y, posteriormente, saludaron a las autoridades presentes después de que el monarca pase revista a la fuerza.

La Patrulla Paracaidista del Ejército del Aire volvió a acaparar la atención de los asistentes con un nuevo salto de sus especialistas, segundos antes del izado y homenaje a la bandera nacional. Posteriormente, la Guardia Real realizó el homenaje a los que dieron su vida por España, con la colocación de una corona de laurel ante la enseña nacional en recuerdo de los militares fallecidos. El acto conmemorativo, en el que participaron dos familiares por cada uno de los fallecidos por España en Afganistán y Líbano, concluyó con la `pasada´ de la Patrulla Águila dibujando los colores de la bandera sobre el cielo madrileño.

Como es tradicional, el desfile partió de la Plaza de Emilio Castelar y recorrió el Paseo de la Castellana hasta la Plaza de Cibeles. La parada comenzó con una Agrupación Aérea de 86 aparatos de los tres Ejércitos, formada por aeronaves de combate, reconocimiento, transporte, entrenamiento y de salvamento.

Las unidades de ataque abrieron el desfile aéreo, con la destacada presencia de los F-18 y los Eurofighter, entre otros reactores supersónicos como los Mirage F-1 y los F-5.

Los abanderados de los países que participan en la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) fueron los primeros en desfilar a pie por el Paseo de la Castellana en homenaje a la operación de la ONU para mantener la paz entre Israel y Líbano. Encabezaron el paso tres abanderados, los de Corea del Sur, Ghana e Italia. Tras ellos, llegaron los restantes abanderados y apareció por segundo año consecutivo la enseña de EEUU y, por vez primera, la de la ONU.