Conflicto en Oriente Próximo

La cumbre de Egipto acaba sin acuerdo para exigir un alto el fuego en Gaza

La reunión, a la que han asistido representantes de 34 países e instituciones multilaterales, ha acabado sin un comunicado oficial, ni siquiera para demandar un cese temporal humanitario de las hostilidades

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participa en la Cumbre de la Paz de El Cairo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participa en la Cumbre de la Paz de El Cairo / BORJA PUIG DE LA BELLACASA POOL MONCLOA

Ricardo Mir de Francia

Las diferencias que mantienen los países árabes y sus socios occidentales sobre la responsabilidad de lo que está ocurriendo en Oriente Próximo se han puesto planamente de manifiesto en la cumbre celebrada este sábado en Egipto para exigir un alto el fuego en Gaza y la reapertura de un horizonte político para resolver el conflicto entre Israel y los palestinos. La reunión, a la que han asistido representantes de 34 países e instituciones multilaterales, ha acabado sin un comunicado oficial, ni siquiera para demandar un cese temporal humanitario de las hostilidades. Las expectativas de que su mensaje fuera escuchado eran en cualquier caso mínimas, dado que Israel no fue invitado y Estados Unidos optó por una representación de perfil bajo. Lo que sí salió de la cita fue el rechazo árabe a cualquier tentación israelí para expulsar a los palestinos de Gaza. 

La cumbre comenzó poco después de que los primeros 20 camiones con ayuda humanitaria entraran en la Franja, una cantidad insignificante dadas las necesidades acuciantes de su población, constantemente bombardeada. De acuerdo con diplomáticos árabes citados por France Presse, los delegados europeos exigían en el comunicado final “una clara condena que pusiera la responsabilidad de la escalada en Hamás”, una percepción que rechazaron sus aliados árabes, que finalmente hicieron una declaración conjunta acusando a los líderes mundiales de “querer gestionar el conflicto en lugar de acabar con él permanentemente”. 

La frustración por el silencio de algunas capitales respecto al tormento en Gaza, la expresó con claridad el monarca jordano. “El mensaje alto y claro que se escucha en el mundo árabe es que la vida de los palestinos se considera menos importante que la vida de los israelíes y que los derechos humanos tienen limitaciones que dependen de fronteras, circunstancias y religiones diferentes”, dijo Abdalá II. El grueso de los dirigentes árabes condenaron asesinato de civiles en Israel, pero dedicaron buena parte de sus parlamentos a denunciar el “incesante” y “brutal” bombardeo sobre Gaza, así como el “castigo colectivo” y el “cerco total” sobre la Franja, que describieron como crímenes de guerra. 

La ilusión del estatus quo

También insistieron en reclamar un horizonte político basado en los dos Estados para abordar las raíces del problema.“¿Acaso no ha llegado el momento de acabar con la ilusión política de que el estatus quo se puede mantener?”, dijo el presidente egipcio y organizador de la cumbre, Abdel Fatah Al Sisi. Entre los invitados estuvo también el gran desaparecido de esta crisis, el presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abás, quien gobierna en Cisjordania. Recogiendo las advertencias de Al Sisi y el canciller de Arabia Saudí sobre las posibles intenciones de Israel para transferir de forma forzosa a la población de Gaza al Sinaí egipcio, Abás se mostró firme. “No nos marcharemos y nos quedaremos en nuestra tierra árabe”, dijo el octogenario líder palestino. 

De los países europeos, España e Italia fueron de los pocos en enviar a sus máximos representantes. Pedro Sánchez reclamó un alto el fuego, la liberación de los rehenes en poder de Hamás y el acceso de la ayuda humanitaria. “Esta cumbre debe servir como primer paso para restaurar la paz en la región y romper este terrible ciclo de violencia”, dijo el presidente español. “Si la comunidad internacional no actúa, la situación puede empeorar dramáticamente”. No solo por el desastre provocado en Gaza por Israel, sino por los riesgos a una expansión regional de la guerra.

Legítima defensa de Israel

Frente a los equilibrios de muchos por no ignorar a ninguna de las partes, otros como el canciller británico o el presidente del Consejo Europeo enfatizaron el derecho de Israel a defenderse, aunque subrayando que debe mantenerse dentro de los límites del derecho internacional humanitario, que dicta las leyes de la guerra, tan ignoradas en este conflicto. “Debemos asegurarnos de que Hamás no gana para que la coexistencia pacífica triunfe”, dijo el británico James Cleverly pasando por alto que esa coexistencia no existe y no solo por culpa de Hamás. “No podemos ignorar el contexto más amplio de estos trágicos eventos: el largo y vigente conflicto y los 56 años de ocupación sin final a la vista”, expuso el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, antes de pedir un alto el fuego inmediato.

Ese alto el fuego, sin embargo, no está ni se le espera. EEUU ya ha bloqueado dos resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU para dar tiempo a Israel, que prepara a sus tropas para entrar pronto en Gaza, una de esas aventuras que se sabe cómo empieza pero nunca cómo acaba.