Guerra en Oriente Próximo

Un bombardeo en un hospital de Gaza causa centenares de muertos

Hamás acusa a Israel del ataque pero el Ejército hebreo asegura que ha sido un lanzamiento fallido de un cohete de la Yihad Islámica Palestina

Medio millar de muertos en el bombardeo israelí contra el hospital Al-Ahli según informa el Ministerio de Salud de Gaza

Agencia ATLAS

Andrea López-Tomàs

El pueblo palestino ruge de dolor. Tras 10 días sometidos a los bombardeos continuos en pleno "asedio total" de Gaza, el Ministerio de Sanidad del enclave, bajo control de Hamás, ha informado de un último ataque que ha sacudido al mundo entero. Según las autoridades de la Franja, el Ejército israelí ha bombardeado un hospital de la ciudad de Gaza este martes que ha causado cientos de muertos y heridos. Las cifras de víctimas sobrepasan el horror, con al menos 500 personas muertas. Israel ha responsabilizado a la Yihad Islámica Palestina: "Múltiples fuentes de inteligencia indican que la Yihad Islámica es responsable del lanzamiento fallido del cohete que impactó en el hospital", ha asegurado un portavoz del Ejército hebreo. El ataque aéreo israelí más mortífero en cinco guerras libradas desde 2008 ha prendido la mecha en el mundo musulmán con protestas en las principales ciudades palestinas de la Cisjordania ocupada, en el Líbano y frente a las embajadas de Israel en Ammán y en Estambul.

"La masacre en el Hospital árabe al Ahli no tiene precedentes en nuestra historia, si bien hemos sido testigos de tragedias en guerras y días pasados, lo que ocurrió esta noche equivale a un genocidio", ha dicho Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil Palestina. Tanto la Organización Mundial de la Salud y Naciones Unidas como Egipto y Turquía han condenado el ataque, que tiene lugar horas antes de que el presidente estadounidense Joe Biden aterrice en Israel.

Sumida en el caos, las imágenes que llegan desde la zona del ataque muestran docenas de cuerpos sin vida esparcidos por el suelo, rodeado por sus pertenencias personales. Mantas, mochilas infantiles y piezas de ropa se mezclan con la sangre de decenas de personas que no sólo estaban siendo tratadas en el Hospital Nacional Bautista Al Ahli, sino que buscaban protección en medio de la feroz campaña israelí de los últimos 10 días. Miles de refugiados de otras partes de Gaza se habían concentrado en los alrededores del centro sanitario en busca de un lugar donde resguardarse de los bombardeos. El ataque ha alcanzado el patio del hospital, uno de los más antiguos de la ciudad, fundado en 1882 y dependiente de la diócesis anglicana de Jerusalén. Tras el bombardeo, se ha desatado un incendio en el hospital.

En Gaza, ya no hay límite para la tragedia. Precisamente este martes, el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina ha cifrado en 3.000 los muertos y más de 12.500 los heridos por los bombardeos de Israel contra el enclave. A lo largo de la jornada, los hospitales de la Franja han tenido que anunciar la paralización de sus servicios. Al Shifa, el mayor hospital de Gaza, se ha quedado oficialmente sin electricidad. El Hospital de la Amistad Turca, el único para atención oncológica en el territorio, se ha visto forzado a cesar la mayoría de sus servicios sanitarios por falta de combustible. Según el Ministerio de Sanidad palestino, en dos días ya no podrá ofrecer ningún servicio a pacientes de cáncer. La tragedia de este histórico centro médico, que el presidente de la organización humanitaria MedGlobal, Zaher Sahloul, ha tachado del "peor ataque contra una instalación médica en el siglo XXI", ha terminado de hundir los servicios sanitarios de la Franja.

"Lo que está haciendo Israel a Gaza no es un ataque militar, ni una ofensiva, ni una agresión, ni una guerra; me niego a nombrarlo de otra forma que no sea una masacre, un genocidio", ha tuiteado la periodista y activista por los derechos humanos gazatí, Maha Hussaini. Durante los bombardeos del martes en las ciudades de Jan Yunis y Rafah, en el sur de la Franja, Deir Balah, en el centro, y en la ciudad de Gaza, en la parte norte, ha caído uno de los máximos dirigentes militares de Hamás, según ha informado el propio grupo, que controla de facto el enclave desde 2007. Ayman Noufal ha muerto en uno de los golpes a 200 objetivos de la milicia en la Franja que ha anunciado el Ejército israelí y que han matado matado a miembros de la organización.

A la espera de la ayuda humanitaria

La tragedia en el hospital de Gaza ha tenido lugar apenas unas horas antes de la llegada del presidente estadounidense, Joe Biden, a Israel. El líder demócrata pasará también por Ammán, donde se reunirá con su homólogo egipcio, Abdelfatá el Sisi, y el rey Abdalá de Jordania. Biden ya le dijo a Binyamín Netanyahu el lunes que invadir Gaza sería "un gran error", a su vez que le animaba a "eliminar a los extremistas, [el partido-milicia chií libanés] Hizbulá en el norte y Hamás en el sur". Durante este martes, han continuado los múltiples lanzamientos de proyectiles desde el enclave, tanto hacia comunidades israelíes de la zona como a ciudades del centro del país.

Sumada al degoteo constante de vidas gazatíes, quienes sobreviven están sufriendo una grave catástrofe humanitaria por el bloqueo total por parte de Israel a la entrada de ayudas, agua, electricidad, combustibles o alimentos en el enclave. La ausencia de carburante está haciendo que las desalinizadoras de agua no puedan funcionar, lo que está ocasionando una profunda escasez, agudizada por el cierre y la reapertura parcial de las tuberías que llegan desde Israel. Al Jazeera informa que, condenada a la desesperación, la población gazatí se ha visto forzada a agudizar el ingenio y cavar pozos cerca del mar para buscar agua ante la ausencia de agua potable.

Mientras, en el cruce fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto se acumulan los camiones con la ayuda humanitaria que debe aliviar las urgencias en el enclave. El pasado domingo, el jefe de la diplomacia de EEUU, Antony Blinken, anunció la reapertura de este paso tras una reunión con el presidente egipcio, Albdelfatá al Sisi, para que pudiera entrar la ayuda a Gaza y que los ciudadanos extranjeros pudieran abandonar el enclave. Sin embargo, dos días más tarde, la frontera sigue cerrada.

Situación sin precedentes

"La situación es terrible, no se parece a nada que hayamos visto antes aquí", ha explicado a la agencia Efe el responsable en Palestina del Programa Mundial de Alimentos de Naciones UnidasSamer Abdeljaber, al destacar que sus equipos "trabajan sin descanso para distribuir alimentos y garantizar que el sistema de cupones electrónicos sigue funcionando". Es "desgarrador" ver que "cientos de personas hacen cola durante horas todos los días para conseguir raciones de pan en las panaderías de Gaza, mientras que los alimentos están allí, listos para su distribución, justo al otro lado de la frontera", ha añadido.

El jefe del departamento de rescate y voluntarios de la oenegé egipcia de Resala, Adel Abdelfatah, ha señalado a Efe que el principal "problema de entrar a Gaza para entregar las ayudas" serán "las carreteras, que están destruidas por los bombardeos". Él cree que se habilitará otro cruce, el de Karem Abu Salem (Karem Shalom), ubicado al este del paso de Rafah, "para pasar las ayudas por ahí porque está controlado por Israel y quieren verificarlas. O eso o lo que buscan es retrasar (la entrega) como forma de aniquilarlos (a los palestinos), ya que no tienen ni agua, ni luz ni gas", aseveró.

Por su parte, el jefe de la diplomacia egipcia confirmó este martes a la emisora británica BBC que, desde el pasado 7 de octubre, Israel ha bombardeado cuatro veces el paso fronterizo de Rafah, y que "todavía no hay ningún tipo de autorización para un paso seguro desde el otro lado del cruce". Mientras, en la Cisjordania ocupada, la violencia continúa con más de 61 muertos por el Ejército israelí o los colonos radicales.