Musk amenaza con demandar una oenegé que investiga el odio en Twitter
El pasado mayo, la oenegé Center for Countering Digital Hate (CCDH) publicó los resultados de una investigación en la que señala que la plataforma no elimina hasta el 99% de los tuits racistas y homófobos
Elon Musk lleva años autoproclamándose un "absolutista de la libertad de expresión". Sin embargo, amenaza ahora con denunciar a una organización sin ánimo de lucro que investiga la proliferación de mensajes de odio y desinformación en la red social Twitter, rebautizada por el magnate tecnológico como X.
El pasado mayo, la oenegé Center for Countering Digital Hate (CCDH) publicó los resultados de una investigación en la que señala que la plataforma no elimina hasta el 99% de los tuits racistas y homófobos de los usuarios de pago y que su algoritmo podría incluso estar impulsando estos contenidos incendiarios. Su expermitento consistió en denunciar un centenar de mensajes neonazis, antisemitas, xenófobos y de rechazo a la comunidad LGTB. Aunque a priori este tipo de contenido está prohibido en Twitter, la compañía no hizo nada para eliminarlos.
Los abogados de X Corp., la compañía propietaria de la red social, respondieron al estudio amenazando con presentar una demanda contra esta organización, acusándola de hacer "una serie de afirmaciones preocupantes e infundadas que parecen calculadas para perjudicar a Twitter en general y a su negocio de publicidad digital en particular". En una carta enviada el 20 de junio, también aseguraron que la metodología del estudio no era correcta y añadieron que la oenegé estaba apoyada por rivales de X.
"Intento de silenciar"
"Las acciones de Elon Musk representan un descarado intento de silenciar la crítica honesta y la investigación independiente", explicó Imran Ahmed, director ejecutivo de CCDH, añadiendo que el centro "no acepta ninguna financiación de las empresas de tecnología, los gobiernos o sus afiliados".
Bajo el mando del multimillonario, la empresa anteriormente conocida como Twitter ha recurrido habitualmente a las amenazas legales. En los últimos meses ha hecho lo mismo con Microsoft y Meta, acusando a la primera de usar sus datos de forma indebida y a la segunda de robar secretos comerciales para lanzar su nueva red social Threads.
Esas amenazas crecen mientras el negocio publicitario de la compañía —su principal vía de ingresos— sigue debilitándose. En 2022, sus beneficios cayeron un 11% respecto al año anterior. Los cambios introducidos por Musk han llevado a grandes anunciantes a retirar sus anuncios de la plataforma. El polémico cambio de marca podría rebajar ahora su valor a unos 4.000 millones de dólares (más de 3.600 millones de euros). En noviembre del año pasado, el magnate la compró por 44.000 millones.
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