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Crédito y Caución prevé que Rusia cierre 2023 con una contracción del PIB del 2%

Putin ha logrado minimizar el impacto de las sanciones internacionales con un alza de la inversión pública y privada | El comercio mayorista y minorista o la industria manufacturera son algunos de los sectores más afectados por las sanciones

Vladimir Putin. /

Vladimir Putin. / / EFE

Eduardo López Alonso

Crédito y Caución calcula que la contracción de la economía rusa fue del 3,3% en 2022, seguida de otro descenso del 2,0% en 2023. De acuerdo con el último informe difundido por la aseguradora de crédito, la recesión registrada en el último ejercicio será menos intensa de lo previsto en anteriores estimaciones debido, principalmente, a la resistencia que está demostrando la inversión fija y la confianza empresaria a pesar de las sanciones occidentales y la guerra. Las previsiones iniciales apuntaban a que el PIB ruso podía desplomarse el 9%.

El informe apunta a que algunos sectores se han visto muy afectados por las sanciones, como el comercio, mayorista y minorista, o la industria manufacturera. La producción de automóviles afronta especialmente la retirada de fabricantes extranjeros y a la escasez de insumos. Pero en el otro lado de la balanza, los sectores de la construcción y el financiero están capeando mejor la crisis. La deuda pública rusa se ha disparado y las dificultades de la población en el el día a día aumentan.

Pese al incremento de los gastos de guerra, las exportaciones de petróleo y gas siguen aportando importantes ingresos a las arcas públicas. De acuerdo con las previsiones de Crédito y Caución para 2022, 2023 y 2024, el déficit público se situará ligeramente por encima del 1%. Cabe esperar que los ingresos procedentes de las exportaciones energéticas, junto a la contracción de las importaciones, impulsen el superávit por cuenta corriente hasta el 12,7% del PIB en 2022, frente al 6,9% que registró en 2021. 

El rublo ha logrado recuperar su valor tras la fuerte depreciación, cercana al 45% frente al dólar, que sufrió al estallar la guerra en Ucrania. Los controles de capital y al elevado superávit de la balanza por cuenta corriente permitieron a la moneda rusa recuperar todo el valor perdido y llegar a cotizar a niveles superiores a los que registraba en las semanas previas a la invasión de Ucrania. Estos controles incluyen ventas obligatorias de divisas por parte de las empresas, convertibilidad limitada y una congelación de las inversiones extranjeras que impide su liquidación. Crédito y Caución espera que en 2023 se produzca cierta depreciación derivada de la prohibición de la Unión Europea sobre el petróleo ruso y sus derivados.

Aunque el desempleo se mantiene bajo, la movilización de tropas debería tensionar según los expertos las dinámicas del mercado laboral, debido a la partida de trabajadores cualificados. Es probable que la política monetaria se siga relajando en 2023, opinan los expertos de Crédito y Caución. 

Exportaciones

El aumento de las exportaciones de productos básicos canalizó capital hacia las arcas del Gobierno y las empresas, alimentando un repunte en la inversión empresarial sin precedentes en las contracciones económicas anteriores. Todo ello ha permitido hasta ahora financiar la guerra en Ucrania.

Buena parte del motor de la inversión ha sido la sustitución acelerada de equipos y 'software' extranjeros. También ha sido necesaria la reconstrucción de las cadenas de suministro para llegar a mercados alternativos. Un ejemplo de todo ello ha sido la venta de productos petrolíferos a través de otros países para evitar los embargos. La estrategia rusa de exportar sus productos petrolíferos a otros países para eludir las sanciones, principalmente a través de China e India, está dando buenos resultados. Ante previsiones iniciales de una disminución de hasta el 20% en las inversiones, Rusia, en cambio, registró un aumento del 6% en 2022, según Bloomberg Economics.

Bloomberg Economics prevé que la inversión en activos fijos se reducirá un 5% en 2023, un gran obstáculo para una economía que supuestamente podría contraerse un 1,5%. El Banco de Rusia asegura que la economía en 2022 se contrajo solo un 2%, muy por debajo del colapso económico pronosticado inmediatamente después de la invasión a finales de febrero, todo ello gracias a las ayudas estatales para las empresas privadas. Un ejemplo es como el gigante del gas Gazprom tuvo que duplicar su programa de inversión, con un plan para elevar el gasto a un récord en 2023 para financiar una reorientación de las exportaciones hacia el este, informa EFE.