El Govern encarga un estudio ambiental para recopilar datos de la bahía de Sant Antoni

La Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua) ha encargado un estudio ambiental para la bahía de Portmany, en Ibiza. Según informó ayer la conselleria del Mar y del Ciclo del Agua, la iniciativa, formalizada el pasado 10 de enero, ha sido asignada a la Fundación Universidad Empresa de Baleares (Fueib) para su ejecución por el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea), de la Universitat de les Illes Balears.

Con un presupuesto de 72.570 euros y un plazo de ejecución de un año, el proyecto incluye una revisión bibliográfica exhaustiva para recopilar datos existentes sobre el entorno natural de la bahía; la creación y validación de una base de datos y la recogida de muestras de campo sobre la temperatura, nutrientes o salinidad, entre otros factores.

Este proceso culminará con la presentación de un informe final que contendrá las conclusiones del estudio junto a recomendaciones para optimizar la gestión de las aguas y la salud ambiental de la zona.

Estos trabajos, encargados en coordinación con los Ayuntamientos de Sant Josep y Sant Antoni, con los que ya ha contactado Imedeaz, dan cumplimiento al acuerdo alcanzado durante la primera Mesa del Agua de la Bahía Portmany celebrada el 15 de diciembre de 2022.

Con este encargo, los dos consistorios y la conselleria del Mar y del Ciclo del Agua «materializan y muestran su compromiso con el medio ambiente y, especialmente, con el ciclo del agua, dando cumplimiento a los compromisos adquiridos anteriormente con distintas asociaciones y organismos de este ámbito», indica la conselleria en una nota.

Este estudio se anuncia pocos días después del revuelo provocado por la comercialización por parte de Baleària de billetes para la línea Denia-Sant Antoni. La naviera adoptó esta decisión sin consultarlo previamente con las instituciones, en especial el propio Ayuntamiento de Sant Antoni y el Consell de Ibiza, lo que generó un gran malestar en parte de la sociedad portmanyí.

Tras ello, Baleària decidió retirar de su página web los tiques de viaje con este itinerario. Además, lo iba a hacer con el ‘Cecilia Payne’, un barco de 86 metros de eslora, cuando el máximo permitido según el acuerdo alcanzado por el equipo de gobierno progresista y Ports de les Illes Balears en 2021, es de 65 metros.

Sin embargo, en el estudio anunciado ayer no se abordan las condiciones que deben cumplir las embarcaciones del transporte de mercancías.

En cualquier caso, el alcalde del Ayuntamiento de Sant Antoni, Marcos Serra, indicó poco después del anuncia de la naviera que «están en conversaciones con el conseller del Mar y Ciclo del Agua para analizar los beneficios que puede tener Sant Antoni si reabriera el puerto».

A excepción de Baleària, ninguna naviera se ha interesado en operar en el puerto de Sant Antoni con las condiciones fijadas por el Govern.

El tráfico comercial en este puerto se suspendió completamente entre 2019 y 2021. Se cumplen por lo tanto cinco años desde el último de la llegada del último barco con mercancías.