Parque Insular de bomberos

Bomberos de Ibiza: Así es la flota de 16 vehículos

El Parque Insular de Bomberos de Ibiza cuenta con 16 vehículos entre camiones de altura, ligeros y bombas urbanas, pesadas y nodrizas

Miguel Sevilla, jefe del cuerpo de emergencias, apunta que necesitan otros dos

Ángela Torres Riera

Ángela Torres Riera

El jefe de los bomberos de Ibiza, Miguel Sevilla, con casi cuatro décadas como bombero a sus espaldas, detalla las particularidades de los 16 vehículos con los que cuentan en el Parque Insular para atender los diversos avisos que reciben: las bombas hídricas del cuerpo de emergencias, depósitos con capacidad de almacenaje de miles de litros y los camiones de altura con escaleras para alcanzar hasta 30 metros.

No hay en el Parque Insular de bomberos de Ibiza ningún vehículo que tenga menos de 3.000 litros de agua de capacidad. Los camiones del cuerpo de emergencias, la mayoría mastodónticos, están preparados con todo tipo de material para que las dotaciones puedan actuar con rapidez. Funciona así: en el Parque reciben el aviso ciudadano, el telefonista formula un par de preguntas (dónde es el incendio, si hay gente atrapada, a qué altura...) y entonces, un caporal y un número determinado de bomberos, según la gravedad del incendio, eligen uno de los 16 vehículos y se trasladan hasta el lugar para extinguir las llamas. Para ello, se preparan físicamente unas 90 horas al año (reglamentadas y obligatorias) en puntos críticos del entorno y que sirven para ensayar los distintos servicios.

Las taquillas del Parque, con los EPI de los bomberos.

Las taquillas del Parque, con los EPI de los bomberos. / Vicent Marí

GRAN CAPACIDAD

Un depósito con capacidad para 11.500 litros de agua

Una de las bombas nodriza pesadas (BNP) del Parque Insular, el vehículo de apoyo de mayor tamaño, tiene una capacidad de almacenaje de un total de 11.500 litros de agua para intervenir.

«Trabajo de campo», apunta Miguel Sevilla, jefe del cuerpo de bomberos de Ibiza. Mientras Sevilla responde a este diario, los alrededor de diez efectivos de guardia practican en una de las torres del parque un autorrescate instalando un sistema de cuerdas en un punto fijo de la torre y descendiendo por la fachada simulando una situación en la que, durante un incendio, tuvieran que salvar a un compañero. «Es un supuesto en un edificio en el que no puedes acceder con la auto escalera automática (AEA), de unos 30 metros de altura, porque hay que acceder a la vivienda por una ventana situada en un patio interior o cualquier otro motivo», apunta Sevilla. «Este es automático, pero yo he llegado a tener que darle con una manivela para elevarla», comenta el jefe de bomberos, que lleva casi cuatro décadas en el oficio.

El vehículo especial del Grupo de Rescate Vertical (GRV)

El vehículo especial del Grupo de Rescate Vertical (GRV) / Vicent Marí

El AEA es uno de los dos vehículos de altura de los que disponen los bomberos de Ibiza y se diferencia del otro, un autobrazo extensible que llega hasta 18 metros, porque tiene la ventaja de tener un último tramo basculante que hace menos rígida la maniobra. «El [camión] auto escalera obliga a rapelar», especifica Sevilla. Algo que los bomberos se ven obligados a hacer, igualmente, en determinados supuestos, como cuando hay «un trabajo en altura con un punto de anclaje arriba de la fachada». Para esos casos, llevan en los vehículos cuerdas, mosquetones con una capacidad de carga de 2.200 kilos mínimo, aseguradores con bloqueo asistido y retenedores. También cuentan con un camión para el Grupo de Rescate Vertical (GRV), encargado de actuar en puntos negros como s’Ullal de na Coloms o sa Pedrera de Cala d’Hort.

La auto escala vertical (AEA), que cuenta con una escalera que alcanza los 30 metros de altura.

La auto escala vertical (AEA), que cuenta con una escalera que alcanza los 30 metros de altura. / Vicent Marí

Tándem antiincendios

El jefe de bomberos explica que a veces, los vehículos salen en «tándem», que siempre se forman con una Bomba Urbana Pesada (BUP) o una Bomba Rural Pesada (BRP) -denominados de primera salida- y otro con una función más particular. Aunque una de las BUP está asignada a tráfico, por si hay que excarcelar a alguna víctima tras un accidente, en caso de urgencia se echa mano incluso a los vehículos para el ámbito rural. «Pero si es en terreno agrícola o de montaña, solo se utiliza la BRP, que es un 4x4», apunta el bombero, «si llevas el urbano te lo cargas».

Una de las bolsas cargadas de material que llevan algunos de los camiones.

Una de las bolsas cargadas de material que llevan algunos de los camiones. / Vicent Marí

Estos dos tipos de camiones están equipados con mangueras (de unos mil metros de longitud, según el reglamento), lanzas, equipos de respiración autónoma, espumógenos y herramientas de excarcelación, hidráulicas y de corte. Una vez en el lugar del incendio, el caporal se encarga de diseñar el plan «táctico y estratégico» de intervención y el conductor es el que conectará el vehículo con la bomba que impulsa el agua, decidirá qué tipo de manguera utilizar (de ataque u otra), la sección (el diámetro del tubo), la cantidad de agua y también su caudal.

Respecto a esto, el agua es el «principal extintor» de las llamas y su uso se regulará en función de los bares (unidades de presión) del ambiente y de la distancia del fuego. «Luego se puede jugar también con la ventilación», añade Sevilla. En ese sentido, los vehículos con mayor capacidad son las Bombas Nodrizas Pesadas (BNP), una de las que puede almacenar 7.000 litros y otra, con 11.500 litros de capacidad, que sirven para bombear agua al resto de vehículos cuando, para sofocar un fuego agrícola, hay que cercar el perímetro afectado por las llamas haciendo la «noria». «Consiste en rodear el incendio con varios camiones conectados unos a otros y alimentados hídricamente por la nodriza», continúa. «El agua se carga sobre todo en los hidrantes o aquí [en el Parque Insular], donde tenemos un depósito de 4.000 toneladas para emergencias y para reponer tras los servicios».

Los dos vehículos de la unidad canina, de alrededor de tres décadas de antigüedad.

Los dos vehículos de la unidad canina, de alrededor de tres décadas de antigüedad. / Vicent Marí

Por otro lado, desde el Parque Insular reclaman al Consell, desde el año 2019, cuando un vehículo de este tipo volcó en una rotonda de la carretera de Ibiza, otra bomba nodriza, algo que consideran «muy necesario», sobre todo en verano, cuando los servicios se multiplican en la isla a la par que «las personas, los vehículos y los barcos». En ese sentido, prosigue el jefe del cuerpo de emergencias, se necesita también una Bomba Urbana Ligera (BUL), que sirve para acceder a las zonas de caso histórico. «Sería útil para entrar por los callejones de Dalt Vila», indica.

A la derecha, una de las Bombas Nodrizas Pesadas (BNP), con capacidad para 11.500 litros de agua.

A la derecha, una de las Bombas Nodrizas Pesadas (BNP), con capacidad para 11.500 litros de agua. / Vicent Marí

Este vehículo ligero se añadiría a los otros cuatro que ya forman parte del parque móvil de bomberos: dos pertenecientes a la unidad canina, que suman 30 años a sus espaldas (uno de ellos ya está para «darlo de baja»), y dos de mando que sirven para el transporte de personas y materiales. «A veces llama un ciudadano pidiendo auxilio y da detalles sobre el servicio, pero cuando llega la dotación, los recursos no son suficientes y se envían refuerzos», comenta Miguel Sevilla.

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